Opinión

Otra vez Atención Primaria al límite

Artículo de opinión enviado por médicos del SINDICATO MÉDICO DE NAVARRA
Foto: centro de salud de Noáin
Foto: centro de salud de Noáin
Otra vez Atención Primaria al límite

Según hemos leído en prensa, los Sanfermines este año se han desarrollado de manera positiva a todos los niveles: menor número de incidentes y de comisión de delitos, récords en asistencia y participación, mayor consumo y gasto en el sector de la restauración, menor gravedad de los heridos del encierro, inmejorable imagen transmitida al exterior; todo perfecto. ¿Todo…?

La mayor afluencia de asistentes a las fiestas no se ha visto acompañada por un proporcional aumento de las plantillas médicas, ya bajo mínimos, antes y después de las fiestas. Muchos Centros de Salud se encuentran al límite y los facultativos siguen con sobrecarga constante, pese a la Instrucción del Gerente del Servicio Navarro de Salud que marcaba unas directrices genéricas para evitarla. La ejecución de dicha Instrucción se ve obstaculizada por la falta, por parte de la Gerencia de AP, de unas normas de aplicación claras para la citación en las agendas. Esto está generando problemas graves entre los profesionales y con la población.

Como muestra, un botón: 

Este martes pasado, día 18-7-23 (y al día siguiente), toda la población de Zizur (repartida en 9,5 cupos médicos) estuvo atendida sólo por tres médicos en turno de mañana. A las vacaciones previstas (no sustituidas por la Administración), se añadieron bajas (tampoco sustituidas) que determinaron el total de las ausencias médicas. Resulta preocupante y es intolerable que un trabajador del centro culpabilizase del problema a los médicos que estaban de vacaciones y propusiese como solución el cancelar dichas vacaciones, cuando son tan necesarias y existen otras alternativas. Sin comentarios. 

Las agendas de los 3 compañeros que trabajaron a destajo estaban totalmente llenas de pacientes forzados (más de 50), sin el tiempo suficiente para darles la atención que ellos habrían deseado y sin poder disponer de los mínimos tiempos de descanso establecidos y necesarios durante una jornada laboral que de por sí, generalmente, se prolonga. Tampoco pudieron atender a todos los pacientes que solicitaron cita en el día y esto generó la queja de muchos de ellos; queja admisible, pero si fuese dirigida hacia los verdaderos responsables de esta situación (Departamento de Salud), y no hacia el colectivo médico o administrativo que son los que más directamente recogen la protesta.

Lo que es totalmente inadmisible es que alguno de estos usuarios sobrepasase lo tolerable, hasta el punto de requerirse

 la presencia policial, como así fue. Los trabajadores de los centros de salud no somos los culpables de la situación de deterioro de la Atención Primaria en Navarra y, sin embargo, tenemos que soportar ese maltrato, últimamente, demasiado frecuente. Además, cuando se contactó con la Subdirección para comunicar lo sucedido solo se interesaron por quién y por qué se había llamado a la policía, en tono crítico, sin interesarse por el estado de los que sufrieron esa situación violenta.

Nunca antes los trabajadores de los centros de salud nos hemos sentido tan abandonados por nuestra Gerencia, sin instrucciones claras, sin contestar a los correos y sin soluciones a los numerosos y graves problemas que nos afectan.