Opinión

Con las agresiones sexistas no se juega, señor Maya

Artículo de opinión de Eva Aranguren Arsuaga, concejala de EH Bildu en Iruñea

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El portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona, Joseba Asiron, y las concejalas Maider Beloki y Eva Aranguren durante la rueda de prensa - EUROPA PRESS. Foto de archivo
El portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona, Joseba Asiron, y las concejalas Maider Beloki y Eva Aranguren durante la rueda de prensa - EUROPA PRESS
Con las agresiones sexistas no se juega, señor Maya

Maya, UPN y Navarra Suma creen que la imagen de la plaza consistorial abarrotada de gente protestando por una violación no es buena para Pamplona ni para los Sanfermines. Prefieren retomar el camino de la ocultación y el silencio del pasado, aun a costa de sacrificar el derecho de las mujeres a disfrutar libremente de las fiestas. Para la derecha, nuestro empeño en denunciar públicamente la violencia estructural que sufrimos empaña la imagen de la ciudad.

 Por eso, a Maya no le gustan los carteles colocados a la entrada de Pamplona que expresan el compromiso colectivo contra la violencia machista. Maya, UPN y Na+ se mueven más cómodos en la hipocresía de la mentira, y por eso ha callado estrepitosamente ante el aumento en más de un 34% de los abusos sexuales durante 2021 en nuestra ciudad, mientras tocó a rebato por el aumento un 3% de los robos con violencia, con un discurso racista y xenófobo infumable contra menores extranjeros sin referencias familiares. 

La derecha no tiene empacho en relativizar los derechos de las mujeres si su ejercicio, reivindicación o defensa enturbia otros fines más lucrativos. Nada más ser elegido, Maya dijo en un rotativo navarro que “Con el caso de La Manada, la imagen de la ciudad se llevó un terrible palizón” (26 de junio de 2019). De acuerdo con esta escala de valores, semanas después, el gobierno municipal decidía no celebrar públicamente, a las puertas de Sanfermines, el triunfo que supuso la sentencia del Tribunal Supremo que dictaminó que aquello fue una violación. Ni una palabra del alcalde ni una triste nota de prensa sobre un fallo judicial que daba la razón a la víctima y al Ayuntamiento de Pamplona. La prioridad, ya lo dijo la responsable de Comunicación municipal en unas jornadas en octubre de 2021, era desvincular como fuera los Sanfermines del caso de La Manada, y la imagen de la ciudad de las agresiones contra las mujeres. 

 Está claro que Navarra Suma-UPN tiene la tentación de convertir aquella respuesta social referente en el estado en un hito del pasado. La campaña municipal contra las agresiones sexistas ha llegado tarde, o directamente, no ha llegado a las fiestas de los barrios. La falta de prioridad y el retraso a la hora de abordar esta campaña para Sanfermines ha impedido que se trabaje, como se hacía en años anteriores, con un sector tan importante de la fiesta como es la hostelería. 

Al contrario, la derecha se ha dedicado a cuestionar el protocolo, intentando cambiar por la puerta de atrás esta herramienta consensuada que funciona para arrebatar el derecho a convocar movilizaciones al movimiento feminista. No lo ha conseguido, porque este se levantó de la mesa. Pero en rueda de prensa la concejala de Igualdad ha anunciado que el año que viene tiene intención de volver a la carga. ¡Menos mal que ya no será su responsabilidad en 2023!