Los delitos de odio aumentaron en Navarra durante el primer año de la pandemia

Navarra registró 137 incidentes de odio entre 2016 y 2020, de los cuales 51 fueron en 2020. De ellos, un 55% fueron por motivos ideológicos
Los delitos de odio aumentaron en Navarra durante el primer año de la pandemia

Navarra registró 137 incidentes de odio durante el periodo 2016-2020, de los cuales 51 se corresponden tan solo con el primer año de pandemia, el 2020, en el que se ha detectado un ligero aumento, según los datos recabados en el primer informe en este ámbito elaborado conjuntamente por la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco (UPV) y el Departamento de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Navarra.

"El Informe de los Delitos de Odio en Navarra 2016-2020" que ha sido presentado este viernes en rueda de prensa por el consejero de Políticas Migratorias y Justicia, Eduardo Santos, junto a Jon Mirena Landa, director de la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco y Bertha Gaztelumendi, investigadora también de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Poderes Públicos; tiene como principal objetivo "conocer mejor la realidad de estos incidentes que en muchos casos permanece oculta, así como evaluar empíricamente la eficacia de las medidas adoptadas para hacer frente a esta lacra social".

En este caso, el consejero Eduardo Santos ha destacado la importancia de este primer informe y ha subrayado la necesidad "de articular en el futuro más instrumentos que aporten información propia e independiente sobre este tipo de agresiones con el fin de que los poderes públicos cuenten con mejores herramientas para conocer la realidad de estos delitos de odio y actuar al respecto mediante la prevención, la sensibilización y la protección de las víctimas".

Una de las conclusiones más evidentes que deja a la luz esta investigación es que los delitos de odio conocidos en Navarra se cometen sobre todo contra los colectivos étnicos en un sentido amplio (raza, etnia, origen nacional e, incluso, creencias religiosas e ideología), mientras que los incidentes contra colectivos sexuales se consolidan como segundo nivel de grupos vulnerables agredidos. Y, por último, en un ámbito mucho más discreto están las agresiones contra colectivos de personas que sufren alguna discapacidad, han informado.

UNA ANOMALÍA EN NAVARRA Y ESPAÑA: LA IDEOLOGÍA

En el mapa del odio que dibuja este informe en la Comunidad foral se una la particularidad: los incidentes ideológicos alcanzan en Navarra una cifra elevada, hasta un 55% del total de los registrados, muy similar a lo que ocurre en el conjunto del España. Y esto, explican los directores de la investigación, es "una anomalía propia" ya que España es el único estado miembro de la Unión Europea en los que la Policía en sus instancias recoge este tipo de incidentes ideológicos. Mientras en Europa no se toman en consideración en instancias policiales.

En general, los grupos diana más agredidos son los de carácter racista. "Esta anomalía o sesgo que se da aquí a la larga puede suponer un obstáculo para poder proteger e identificar a las personas más vulnerables que padecen este tipo de vejaciones o agresiones", ha explicado en la rueda de prensa Jon Mirena Landa, director de la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco.

Para la elaboración de este informe los investigadores han tomado como referencia los datos proporcionados por el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) del Ministerio del Interior sobre incidentes de odio correspondientes a los hechos conocidos y a los esclarecidos. "Estos datos recabados son sólo una parte registrada de un fenómeno poco conocido y sumergido en una cifra negra", según detallan los investigadores en el informe. Por "cifra negra", han indicado, se conoce al número de delitos que no han llegado a ser descubiertos, que no son reportados ante el Ministerio Público o que no son objeto de una averiguación previa y por tanto no figuran en ninguna estadística

MUCHAS VÍCTIMAS NO DENUNCIAN LA HUMILLACIÓN SUFRIDA

En lo que respecta a las tipologías delictivas más prevalentes, según el estudio presentado, predominan las amenazas (27 casos, 20,6%; que ascenderían a 30 casos, 22,9%, si le sumamos las amenazas a grupos étnicos culturales o religiosos), y las lesiones (23 casos, 17,6%).

Y, según detalla en este estudio, "la prevalencia de delitos más graves como las lesiones debe tenerse en cuenta con cautela, puesto que algunas investigaciones indican que muchas víctimas de delitos de odio menos graves no denuncian la victimización sufrida al creer que la policía no podrá hacer mucho ante este tipo de incidentes".

Los investigadores que han elaborado este informe hacen hincapié en que se trata de un estudio de "incidentes", no solo de "delitos de odio". Ello es consecuencia de que los datos que se presentan provengan de la instancia policial, instancia a la que no le corresponde realizar el filtrado definitivo de las conductas que posteriormente sean clasificadas como constitutivas de delito por sentencia firme, han concluido.