'Aquí no hay quien viva': los vecinos de un bloque de viviendas municipal en San Jorge exigen soluciones al consistorio por el abandono que sufren

Foto: la puerta del garaje que el Ayuntamiento no arregla "porque la van a volver a romper"
Foto: la puerta del garaje que el Ayuntamiento no arregla "porque la van a volver a romper"

Una vecina ha sufrido dos ataques en dos días consecutivos a su coche al pincharle todas las ruedas y orinarle en el vehículo, mientras el Ayuntamiento no ha instalado cámaras de seguridad ni arreglado la puerta del garaje para que el mismo no se convierta en una zona donde entran todo tipo de vehículos sin control

'Aquí no hay quien viva': los vecinos de un bloque de viviendas municipal en San Jorge exigen soluciones al consistorio por el abandono que sufren

'Aquí no hay quien viva'. Puede parecer un título de una sit-com de humor, pero para los habitantes del portal número 50 del Paseo de Sandua en San Jorge se ha convertido en un 'sinvivir', en una situación de pesadilla y terror. 

Estos vecinos, que viven en un bloque propiedad del consistorio de Pamplona han vuelto a revindicar al Ayuntamiento de Pamplona, que cumpla con sus obligaciones y que responda a las peticiones que ya le hicieron los vecinos a los ediles, Javier Labairu, de Seguridad Ciudadana, y a la edil María Echávarri, de Hacienda, en relación a medidas como la instalación de cámaras de seguridad, timbres de portal con vídeo, alarmas anti robo o de manipulación de elementos básicos como las instalaciones eléctricas, de agua y gas o del sistema anti incendios. 

La gota que ha vuelto a colmar el vaso es un ataque sufrido por una vecina que ha denunciado que en dos días consecutivos le han pinchado todas las ruedas de su coche y le han orinado en el vehículo. Y es que como han denunciado estos vecinos en reiteradas ocasiones ante el Defensor del Pueblo de Navarra y ante el propio consistorio, el Ayuntamiento les han contestado a través de una funcionaria que "no van a arreglar más la puerta del garaje porque al día siguiente va a aparecer rota de nuevo", lo que origina que el garaje común y que comparten con otros bloques, en este caso de Nasuvinsa, se convierta en un taller de reparación de vehículos de personas, abandono de coches (una vez con una caseta de perro y todo)  de personas que ni siquiera viven en el bloque, 

Por este motivo, estos vecinos han vuelto a presentar una queja ante el Defensor del Pueblo de Navarra por dejación de funciones del Ayuntamiento de Pamplona, como propietario de las viviendas del portal 50 del Paseo de Sandúa.

Según exponen los vecinos "la citada dejación de funciones del Ayuntamiento está creando entre el vecindario un creciente malestar y constantes disgustos, que deterioran la convivencia y las relaciones entre vecinos, provocando en algunos de ellos actitudes de mal trato de los servicios generales de las plantas de viviendas y las subterráneas, no mantener la limpieza e integridad de los espacios comunes, etc., influidos, en gran parte, por la desidia e irresponsabilidad del “propietario-arrendador”, al no asumir éste sus obligaciones debidamente, poniendo en peligro las condiciones básicas de vida digna y salud de las personas residentes".

Foto: Situación del garaje
Foto: Situación del garaje

Viviendas de emergencia

Esas viviendas de alquiler se utilizan desde el año 2001 para personas y familias con bajos ingresos, en algunos casos se llaman “de emergencia”. Se utilizaron como alternativa de realojo tras el proyecto de reurbanización y saneamiento de la antigua zona original del barrio, al Este del actual, entre la Estación de Renfe y el río Arga, en el que algunas viviendas corrían riesgo de ruina con personas dentro.

Las personas que allí vivían, muchas de ellas mayores, con bajas pensiones, viudas/os, sin rentas para adquirir nueva vivienda, etc., fueron realojadas, entre otras, en las del Paseo Sandua no 48 y 50, con un alquiler muy bajo y de por vida.

Hoy día, la mayor parte de las actuales arrendatarias no son las procedentes de aquellos realojos de comienzo del siglo XXI, pero sus características vitales y económicas son muy parecidas, aunque en estos casos no se hacen contratos de alquiler ‘de por vida’ porque las circunstancias familiares, edades, trabajos, etc., son diferentes, recuerdan los vecinos en su escrito que ya estudia el Defensor del Pueblo de Navarra.