Activistas reivindican el amor animal en Pamplona

Foto: cedida
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Activistas reivindican el amor animal en Pamplona

El grupo de activistas critica que en España la ley prohíbe desde 2015 los encuentros íntimos con animales. En cambio permite que se les trate de forma «brutal» en granjas industriales. Consideran que es una medida hipócrita, ya que castiga una relación respetuosa pero «favorece la tortura y el aniquilamiento sistemáticos»

Activistas de la Asociación Amor Animal (asociacionamoranimal.org) han acudido este 6 de julio a Pamplona para reivindicar los encuentros íntimos con animales. Lo han hecho coincidiendo con el inicio de las No fiestas de San Fermín y han portado pancartas como «Si tú me dices bee lo dejo todo» o «El amor no entiende de especies», además de un panel donde los pamploneses podían hacerse una foto con un toro.

El grupo de activistas critica que en España la ley prohíbe desde 2015 los encuentros íntimos con animales. En cambio permite que se les trate de forma «brutal» en granjas industriales. Consideran que es una medida hipócrita, ya que castiga una relación respetuosa pero «favorece la tortura y el aniquilamiento sistemáticos».

«Está muy bien correr delante de los toros, pero también queremos reivindicar que nos podamos correr con los toros», ha declarado María Jesús Bonilla, portavoza de la asociación. «Defendemos unas relaciones íntimas con animales siempre desde el respeto y el amor, que han acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. En los pueblos y villas de la España vaciada sigue siendo una práctica ancestral que hemos de conservar. Sin embargo, desde los grandes núcleos urbanos, donde la única relación con muchos animales es exclusivamente a través de la comida, se está legislando sin conocer su idiosincrasia».

La asociación reclama la despenalización de los encuentros íntimos con animales, actualmente recogida en el artículo 337 del Código Penal. Sostiene que esta ley no defiende a los animales, sino a «una moral absurda que a su vez permite tratarlos como objetos en las granjas industriales, matarlos en un proceso mecanizado, descuartizarlos y exhibirlos al público de todas las edades en tiendas y supermercados.»