Navarra, la comunidad con menor tasa de obesidad y de sobrepeso

El Departamento de Salud presenta en el Parlamento la planificación para el periodo 2022-2025 que refuerza el papel de la salud en todas las políticas


 
Navarra, la comunidad con menor tasa de obesidad y de sobrepeso

El Departamento de Salud ha presentado en el Parlamento de Navarra la planificación de Salud Pública para el periodo 2022-2025, que refuerza el papel de la salud en todas las políticas aplicando las lecciones aprendidas durante la pandemia, y enmarcado en un entorno global, cambiante y multidimensional.  Este plan, que incluye distintos ejes de actuación en materias como promoción de la salud, prevención, detección precoz, epidemiologia, sanidad ambiental, seguridad alimentaria y salud laboral, busca consolidar a Navarra en los puestos cabeceros a nivel estatal en cuanto a esperanza y calidad de vida.

Según los últimos datos del INE (2021), la Comunidad Foral es la segunda autonomía con mayor esperanza de vida, tanto a nivel global (84,3 años), como por género (81,6 en hombres y 86,9 años en mujeres).  

En este documento se apuesta, entre otras cuestiones, por un enfoque de promoción de la salud y de prevención, con especial atención a los determinantes sociales de la salud y a los ejes de desigualdad, como el género, la edad, la clase social, la etnia y el territorio, que se encuentran en la base del estado de salud de la población y que implica promover políticas, tanto en salud como en otros sectores, con un enfoque de equidad. El documento ha sido presentado ante la Comisión de Salud del parlamento por la consejera de Salud, Santos Indurain, y la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), Marián Nuin. 

La planificación se enmarca en otros planes y normativas a nivel estatal e internacional, ya que la coordinación institucional e interdepartamental es básica en este campo de la salud pública que la pandemia también ha puesto en el primer nivel de prioridad, en un contexto cada vez complejo y globalizado con factores nuevos como el cambio climático, y que tiene como reto modernizar y fortalecer la vigilancia en salud pública para garantizar la capacidad de respuesta ante nuevos retos y emergencias. Todo ello unido a la correspondiente calendarización y provisión de financiación, en coherencia con un incremento sostenido de la inversión en salud pública en Navarra desde 2015.

Tras un marco general del plan, expresado por la consejera Induráin, Marián Nuin ha realizado un repaso de los principales ámbitos de actuación, desde un análisis de la situación de partida y las principales novedades incluidas en el plan y aspectos en los que desde el IISPLN se consideran relevantes. 

Navarra, la comunidad con menor tasa de obesidad y de sobrepeso

El campo de la Promoción de la Salud se refleja en el documento como un eje fundamental. En este sentido, destacan objetivos como mejorar los niveles actuales de obesidad de Navarra, ya inferiores a la media estatal, mediante programas relativos a la alimentación y el ejercicio, y tender hacia las metas marcadas por la OMS.

De hecho, en los últimos años se ha producido una reducción del sedentarismo en tiempo de ocio en Navarra entre la población de 15 y más años, pasando de un 32,5% en 2011, a un 23,3% en 2020. En paralelo, la obesidad en mayores de 18 años (13,2%) y el sobrepeso (33,5%) también han ido bajando hasta situarse en el 16% en el primer indicador, y del 37,6% en el segundo, por debajo de la media estatal que ha repuntado. De hecho, Navarra es la comunidad con menor tasa de obesidad y de sobrepeso.

La pandemia también ha evidenciado la importancia de trabajar con el bienestar emocional, con la campaña de sensibilización “¿Cómo me siento? Nola sentitzen naiz?”. Y todo ello desde una perspectiva de salud comunitaria, en colaboración con Atención Primaria y entidades sociales y locales y de participación ciudadana. Las distintas escuelas de salud son un buen ejemplo que se consolidarán en ese plan que también mantiene líneas claves como la lucha contra el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, las drogas y otras adicciones con y sin sustancia, donde las tendencias e indicadores tienen una evolución y valores que merecen el refuerzo de las actuaciones en clave también intersectorial, lo mismo que la promoción de la salud afectivo-sexual comunitaria y campañas de promoción de la salud sexual y prevención de ITS o la Estrategia de envejecimiento activo y saludable.

Respecto al nivel de detección y vigilancia de enfermedades (transmisibles y no transmisibles) destaca la actualización y ampliación de los distintos programas de cribados de cánceres. Así, en un plazo breve comenzará a implantarse el programa de detección de cáncer de útero, sin descartarse nuevas ampliaciones a su debido momento, alineadas con las demandas -a nivel europeo y sustentadas en criterios técnicos- en torno a otros cánceres como pulmón, etc.

En febrero de este año comenzará la 5ª vuelta del programa de detección de cáncer de colon y, a finales de marzo, la cohorte de edad de 50 a 65 años habrá recibido una invitación para una prueba en sus últimos dos años.

En relación a la COVID-19, Marian Nuin ha detallado el enorme esfuerzo de adaptación y actualización que el ISPLN y todo el sistema sanitario está realizando en lo que es, tanto el calendario y estrategia de vacunación, como la vigilancia de los virus respiratorios, algo que también ha requerido, como otras cuestiones del plan, de una importante inversión en tecnologías y sistemas de información. Otros programas ante virus como el VIH seguirán con sus líneas propias y, en este caso, con una actualización de la estrategia que se está trabajando.

La Salud Laboral también merece un apartado importante de este plan con las medidas ya conocidas y expuestas recientemente en el parlamento de forma más monográfica. El programa más relevante por su transversalidad es la integración de la prevención en la gestión empresarial, con la participación de todos los agentes implicados, y también se incluyen los programas de reducción de la siniestralidad, prevención del cáncer y el programa de abordaje de los riesgos psicosociales, también en el ámbito laboral.

En el área de la protección de la salud, el Programa de vigilancia, control y promoción para una alimentación segura, saludable y sostenible presenta progresivamente más exigencias con controles cada vez más estrictos y que requiere de una gran coordinación nacional e internacional en relación a las alertas sanitarias y al control de calidad de los productos en origen.

Finalmente, las evidencias de los efectos del cambio climático también están detrás del impulso al eje de salud ambiental que compete al ISPLN. Un organismo autonómico, enmarcado dentro del Departamento de Salud que, además, contempla en su planificación interna una etapa en la que la renovación generacional de sus profesionales será un reto de primer orden, al igual que la actualización normativa, la relevancia de los sistemas de información, el compromiso en medios económicos y humanos y el fortalecimiento del sistema de gobernanza.