Uno por uno, los pasos de la Procesión de Viernes Santo en Pamplona

Foto: Archivo.
Foto: Archivo.

Previamente, por la mañana, se pueden visitar los pasos en la sede de la Hermandad de la Pasión, en la calle Dormitalería

Uno por uno, los pasos de la Procesión de Viernes Santo en Pamplona

La Hermandad de la Pasión mantiene abierto sus locales en la calle Dormitalería para que los ciudadanos y turistas puedan conocer todos los pasos de la Semana Santa de Pamplona. Excepto el Cristo Alzado y la imagen de la Dolorosa, ambos en la Catedral, el resto puede visitarse hoy Viernes Santo, en horario de mañana, de 10 a 14 horas, y de forma gratuita, aunque se aceptan donativos para los gastos de la Hermandad.

 

 

Los pasos, uno a uno, en detalle

La Entrada en Jerusalén

Salía en procesión desde comienzos del siglo XIX un paso llamado “La Despedida” propiedad de la Hermandad de Labradores. Cuando a finales del siglo se forma la Hermandad de la Pasión por la unión de las diferentes existentes, la de Labradores no pudo unirse por impedimentos de sus estatutos, a pesar de lo cual siguió procesionando en la Semana Santa.

En 1924 ambas hermandades encargan al escultor pamplonés Ramon Arcaya la labra de un nuevo paso que representase la entrada de Cristo en Jerusalén. Arcaya, que había nacido en 1895, se había formado con Fermín Isturiz en Pamplona y con Antoine Burdelle en París. Se pueden contemplar obras suyas en muchos de los edificios proyectados por Victor Eusa, con quien colaboró estrechamente, así como a las puerta del cementerio municipal.

Creó Arcaya un grupo de cinco figuras. Cristo en el centro es rodeado por un heterogéneo grupo en diversas posturas. El grupo, colocado sobre unas andas a ruedas, fue modificado en dos ocasiones. La primera para eliminar las dos figuras que se situaban delante de Jesús: una mujer con un niño en brazos y un hombre con los brazos levantados. La razón de la supresión de estas figuras fue que dificultaban la visión de Cristo. En los años cincuenta se elaboraron unas andas nuevas diseño de Victor Eusa, que supusieron la recolocación de las figuras que quedaban. Ambas remodelaciones supusieron una desvituación del grupo original de Arcaya, perdiendo gran parte de su espíritu original. Los 22 portadores del paso visten túnica blanca y caperuza granate, salvo en la procesión de ramos en que no llevan caperuza.

● 1924

● 22 Portadores

● A Hombros

● 847 KG.

● 11.000 Pesetas

La Última Cena

En 1918, la Junta de gobierno de la Hermandad de la Pasión abrió una suscripción popular para costear con el producto un nuevo paso. Hechas las cuentas, se vio que se habían obtenido nada menos que 19.000 pesetas, cantidad muy considerable para aquella época. En vista del éxito, se convocó el correspondiente concurso, para la

ejecución de dos pasos, que fueron La Cena y La Oración del Huerto. De entre los proyectos y bocetos que se presentaron resultó elegido el remitido bajo el lema «Boanerges», cuyo autor se comprometía a ejecutarlo en la cantidad de 15.000 pesetas. El autor era José Rius, que ya había elaborado el grupo de El Prendimiento unos años antes.

El paso creado por Rius distribuye las figuras alrededor de una mesa con Cristo a la cabecera. Representa el momento en el que Jesús anuncia la traición. Los apóstoles se distribuyen en grupos que comentan el anuncio sorprendidos o se quedan mirando en una gran variedad de posturas estados de ánimo a Cristo. Judas Iscariote, en una esquina, se dobla sobre si mismo en su asiento agarrando la bolsa con las monedas de plata. La posición del traidor en la esquina opuesta a Cristo impide que, como dice el evangelista, mojase en la misma fuente que Cristo. No obstante, al realizar el paso Rius únicamente colocó sobre la mesa el Cáliz de la consagración (que es una copia del Santo Grial que se conserva en la Catedral de Valencia), por lo que resultaría difícil para ambos llegar a mojar nada. Las viandas que adornan actualmente la mesa fueron creadas años después por la asociación de belenistas.

Los 2.100 kg. que pesa son llevados sobre ruedas por 12 portadores que visten túnica blanca y caperuza morada.

● 1919

● 12 Portadores

● A Ruedas

● 2.110 KG.

● 15.000 Pesetas

La Oración del Huerto

La Hermandad de la Oración del Huerto contaba entre su patrimonio un pequeño paso de La Oración del Huerto. Este paso, obra de Ramón Esteve, era de pequeñas dimensiones y poco acorde con los otros que procesionaban. por ello a finales de la segunda década del siglo la Hermandad de la Pasión abrió una suscripción popular para adquirir una escena nueva.

Como el de La Cena, su construcción es fruto de una espléndida colecta que tuvo lugar el año 1918. En el concurso celebrado, el proyecto se envió bajo el lema «En verdad os digo...», y su autor, que resultó ser don José Ríus, quien se comprometía a realizarlo en la cantidad de 7.000 pesetas.

Representa el paso a un Cristo arrodillado, con los brazos abiertos en gesto de oración y de súplica, pero también de entrega. Un ángel aparece confortándole desde una nube o promontorio cubierto de niebla. En la esquina derecha del paso están representados tres discípulos.

El paso se adorna con ramas de auténtico olivo que se trae a tal fin. Los 1860 kg que pesa hacen de este uno de los pasos de mayor peso, por lo que es llevado a ruedas por 10 portadores

● 1918

● 10 Portadores

● A Ruedas

● 1860 KG.

● 7.000 Pesetas

El Prendimiento

La primera mención que se hace del deseo de la junta de gobierno de la Hermandad de adquirir un nuevo paso que enriqueciese la procesión la encontramos en la sesión de 11 de diciembre de 1913. Se presentaron tres proyectos, uno de Joaquín Eguaras, otro de los asociados Juan Artieda y Paulino Arrieta y otro de Florentino Istúriz. La junta consideró que era más prudente someter la decisión a la opinión de especialistas, y así lo solicitó de los arquitectos Florencio de Ansoleaga y Ángel Goicoechea y de los pintores Enrique Zubiri y Javier Ciga.

El precio del conjunto quedó fijado en 4.900 pesetas. Artieda y Arrieta se encargaban de la confección de las andas y de la policromía de las imágenes, que serían talladas por “el célebre escultor José Rius de Barcelona”. Para elaborar la composición se basó en un conocido cuadro del pintor barroco Van Dyk que puede contemplarse en el Museo del Prado, reduciendo el número de figuras. Si bien no logró trasponer la sensación de movimiento que tiene el cuadro del pintor nórdico, el sentido dramático y la acción, la variedad de actitudes y la expresividad de los gestos son elementos positivos y claros aciertos de este artista, aunque se encuentren algo limitados por una policromía bastante uniforme y carente de matices.

El estreno del paso resultó accidentado, ya que la antorcha que culmina la pirámide que forman las figuras estaba preparada para contener fuego real mediante alcohol. Al poco de salir se derramó parte del líquido sobre las figuras originando un fuego que fue rápidamente extinguido. Para evitar futuros peligros el fuego real fue sustituido por otro simulado que todavía podemos ver hoy.

● 1915

● 10 Portadores

● A Ruedas

● 1560 KG.

● 4.900 Pesetas

La Flagelación

El 1945 gozaba la Hermandad de una buena salud económica que llevó a la Junta de Gobierno a decidir la adquisición de no uno, sino dos nuevos pasos procesionales que representasen la Flagelación y el Ecce Homo.

El primero de ellos fue encargado al escultor Jacinto Higueras por 25.000 pesetas. Nacido en Jaen en 1914 es Higueras un escultor que gusta de experimentar, tanto en la figuración como en la escultura cubista. Adquirió fama con sus retratos familiares, así como con los bronces de personajes famosos, como Falla o Gregorio Marañón. También fue conocido por sus obras religiosas distribuidas por diversas ciudades de la geografía española.

Presenta la obra que envió a Pamplona tres figuras . Cristo en el centro, adelantado, recibe el castigo por parte de dos sayones en posiciones contrapuestas. Mientras uno se echa hacia atrás cargando el brazo para lanzar el golpe, el otro se inclina hacia adelante una vez realizado este y se mofa de Cristo. No obstante el grupo no tiene una fuerza de

movimiento y las figuras resultan un tanto estáticas. el modelado de los cuerpos, sobre todo el de Jesús es poco definido y las cabezas demasiado pequeñas en relación a los cuerpos. Tampoco gustó el gesto de Cristo demasiado tranquilo ante el castigo, denotando pasividad y hasta aburrimiento. Las críticas no cesaron en los días en que se expuso la obra recién llegada. Más aún al presentarse al mismo tiempo el grupo del Ecce Homo que había realizado Benlliure y que gustó mucho. El escultor, discretamente entre el público, soportó estoico las criticas e incluso realizó algún cambio en la policromía del conjunto sin mucho éxito. Sus 1349 kg son llevado a hombros por 24 portadores

● 1946

● 24 Portadores

● A Hombros

● 1349 KG.

● 25.000 Pesetas

El Ecce Homo

El buen estado económico de la Hermandad llevó a la misma a hacerse con dos nuevos pasos en 1945. El grupo del Ecce Homo fue encargado a Mariano Benlliure, aprovechando la estancia del escultor en el cercano establecimiento termal de Betelu. El ya anciano autor, que moriría dos años después, cobró 55.000 pesetas por una obra en la que según algunos autores pudo no trabajar personalmente, delegando su talla en algún discípulo.

La obra gustó mucho en su presentación, máxime al ser presentada junto a La Flagelación de Jacinto Higueras, que cosechó pésimas críticas. Cristo, en el centro, es presentado al populacho por un Pilatos situado a su izquierda mientras un sayón lo sujeta a su derecha. los ropajes de éste, así como su posición, confunden a algunas personas que lo identifican equivocadamente con Barrabás. La policromía del conjunto es muy suave, tal vez demasiado.

El alto peso del paso, 1.547 kg, debido entre otras causas a los herrajes de sujeción de las figuras, causaba serias dificultades para su movilidad, razón por la cual hace unos años se modificaron las andas pasando a ser llevado a ruedas.

● 1946

● 10 Portadores

● A Ruedas

● 1547 KG.

● 55.000 Pesetas

La Cruz a Cuestas

Según parece ya en la procesión pamplonesa de 1553 figuraba una representación de la Cruz a Cuestas y en 1700 había otra, propiedad de la extinta cofradía de la Vera Cruz. Durante la ocupación francesa uno de los hermanos de la cofradía escondió en su casa el paso, siendo rescatado en 1883 por la cofradía de la Oración del Huerto y colocándolo en la capilla de la Virgen del camino, donde sufrió desperfectos por los estallidos de bombas durante la sublevación de O´Donell. Este paso figuró en la procesión hasta que fue sustituido por el actual.

Las obras de José Rius tenían una gran aceptación en la Pamplona de la época, razón por la que hasta cuatro de sus grupos figuran en nuestra procesión. No obstante la calidad heterogénea de las obras de Rius legó en este caso el conjunto de menor calidad de cuantos llegaron a Pamplona, razón por la que quizás fue el último encargo que la Hermandad de la Pasión realizo al escultor.

En 1948 el escultor Ulibarrena reformó el grupo añadiendo las figuras de dos mujeres, convirtiendo el paso de la Cruz a Cuestas en el paso de El Encuentro de Jesús con su Madre. Algunos años después fueron retiradas las nuevas figuras situándose en el altar del oratorio de la Hermandad donde estuvieron hasta hace poco tiempo.

● 1922

● 24 Portadores

● A Hombros

● 1153 KG.

● 15.200 Pesetas

La Caída

El último de los pasos procesionales perteneciente a la Hermandad fue encargado en 1952 al escultor cántabro Manuel Cacicedo. El gran aumento en el número de hermanos en aquella época conllevaba un proporcional incremento en las filas de velas. A resultas de esto los huecos en la procesión aumentaban y, para resolver esta situación, la Junta decidió encargar un nuevo paso. Resultó ganador el boceto de Cacicedo en el concurso que se realizó para elegir el nuevo paso, si bien se le solicitó realizar algún cambio menor, como la posición de la cruz. Además debió realizar previamente un modelo a tamaño natural de la figura. El coste, que ascendió a 50.000 pesetas fue recaudado mediante una suscripción popular.

Antes de la adquisición de este paso desfilaba por Pamplona otro del mismo tema que incluía a un soldado romano golpeando con la lanza a Cristo caído.

El de La Caída es uno de los pasos más logrados y emotivos de cuantos posee la Hermandad de la Pasión, entre otras razones por la posición del cuerpo y la mirada del Cristo hacia lo alto como buscando al Padre. No en vano el pasado año una fotografía de este paso ganó los 400€ del Concurso Fotográfico “La Pasión de Cristo” que cada año organiza la Hermandad de la Pasión. La foto ganadora se ha utilizado también para el cartel de los actos de Semana Santa de la Hermandad

Sus 1.547 kg de peso son llevados a hombros de dos turnos de 24 portadores.

● 1952

● 24 Portadores

● A Hombros

● 1547 KG.

● 50.000 Pesetas

El Cristo Alzado

Existen datos de época tan temprana como mediados del siglo XVI sobre el paso del Cristo Alzado y las desavenencias surgidas entre el gremio de plateros y otros como el de la Vera-Cruz y el del Santo Sepulcro sobre la pertenencia del mismo. A finales del siglo XVIII la hermandad de los Curiales (escribanos) solicito dejar de encargarse de sacar en procesión el paso del Cristo Alzado, encargándose a partir de entonces de ello la Cofradía del Santísimo Cristo Alzado, creada a tal efecto.

La Cofradía del Cristo Alzado adquirió en 1870 un crucificado nuevo realizado por Pedro de Eguaras y en 1892 se adquieren dos figuras que representan a San juan y a la Virgen María para completarlo. Este grupo se encontraba en el testero de la capilla de la Hermandad en la iglesia de San Agustín. No obstante en varias ocasiones se solicitaba a la SI Catedral sacar en procesión, en lugar del crucificado de la Hermandad, el llamado Cristo del trascoro de la Catedral, obra de Anchieta y una de las joyas de la escultura renacentista hispana.

En 1932 la Hermandad encarga al escultor Fructuoso Orduna la ejecución de un nuevo Cristo Alzado. Orduna había ganado fama con su obra “Post Nubila Phoebus” con la que había ganado la primera medalla de la exposición nacional de 1922. Presentó el autor un Cristo de composición clásica, de cuatro clavos y que acaba de expirar.

Viéndolo aún parecen flotar en el aire sus palabras “Padre en Tus manos encomiendo mi espíritu”. Costó 17.500 pesetas, pagadas por un hermano y fue entregado ese mismo 1932. En 1949 se colocaron unas andas nuevas,diseñadas por Víctor Eusa, que presentan la siguiente inscripción: "POR ESTE TU SACROSANTO CUERPO Y SANGRE LÍBRAME SEÑOR DE TODOS MIS PECADOS. POR EL SUPREMO SACRIFICIO DE TU MUERTE NO PERMITAS QUE NUNCA ME SEPARE DE TI".

El viejo Cristo de Pedro Eguaras fue cedido en 1940 por la Hermandad de la Pasión al Ayuntamiento para ser colocado en la capilla de los responsos del cementerio pamplonés.

● 1932

● 20 Portadores

● A Hombros

● 945 KG.

● 17.500 Pesetas

El Descendimiento

Existen noticias de época tan lejana como 1553 de una procesión que se celebraba el día de Jueves Santo organizada por la Cofradía de la Vera Cruz. Con el correr de los años las diferentes cofradías corrieron distintas suertes de tal modo que a principios del siglo XX era la Hermandad de la Pasión la principal. En 1906 se encontraba la junta con un remanente de unas 3.000 pesetas que les llevó a lanzarse a la aventura de adquirir un nuevo paso que representase el descendimiento de Cristo de la Cruz.

El proyecto ganador del concurso fue el presentado por Florentino Istúriz para una escultura de Miguel Castellanas. se basaba la obra en el Descendimiento que Rubens pintó para la Catedral de Amberes y que todavía se puede ver allí. La escultura simplifica el conjunto eliminando alguna de las figuras del lienzo así como la gran mancha roja que es en el cuadro San Juan y que destaca menos en la obra pamplonesa. el 1946 el pintor tudelano Muñoz Sola retocó la policromía del conjunto.

El coste de la obra fue de 6.000 pesetas, lo que obligó a la Hermandad a solicitar un préstamo para poder costear la obra entera. Otro de los problemas fue la gran altura del paso en una hermandad que carecía de locales propios adecuados para ello. La solución fue ubicar la nueva adquisición en la capilla de las ánimas de la Catedral pamplonesa (actual capilla de San José). Posteriormente fue guardado en el Hospital Viejo, actual Museo de Navarra, lo que ocasionó problemas de acceso al ser la puerta considerablemente más baja que el propio paso.Esto obligaba a desmontar la parte superior del mismo, así como el caballete inferior, para pasarlo por el arco de entrada.

Este paso, el de mayor peso de cuantos son llevados a hombros destaca por la belleza que la altura imprime a su discurrir. Los más de cinco metros de altura que tiene provocan un cimbreo en la parte superior al ser llevado que imprime una movimiento de vida a las figuras que lo integran. Hasta 2002 era llevado por 24 portadores, si bien en ese año fueron instalados nuevos varales para llegar a los 32.

● 1906

● 32 Portadores

● A Hombros

● 1712 KG.

● 6.000 Pesetas

El Sepulcro

Sin duda el paso más antiguo y el de mayor valía artística de cuantos posee la Hermandad. A mediados del siglo XVII se funda la cofradía del Santo Sepulcro por medio de un grupo de pamploneses que se comprometieron a sacar un paso del Cristo Yacente en procesión perpetuamente, por sí o sus sucesores, los días de Viernes Santo.

En 1885 deciden adquirir uno nuevo, ya que el anterior no tenía demasiado valor artístico y se encontraba ya viejo, no obstante al integrarse en 1887 en la Hermandad de la Pasión hizo ésta suya la tarea de adquirirlo.

El paso, que salió por primera vez en procesión en 1888, fue encargado a Agapito Vallmitjana, uno de los más famosos escultores de la época, quien se basó en una obra suya del mismo tema que se encuentra en el Museo del Prado y que había presentado en la Exposición Internacional de Viena. La figura, inspirada en el cadáver de su amigo el pintor Eduardo Rosales es, a diferencia de sus otros Yacentes, policromada, lo que aumenta el naturalismo de la misma convirtiéndola en una de las mejores obras del autor. El cuerpo yacente de Cristo, está en la línea de los de Gregorio Fernandez, si bien Vallmitjana suaviza los excesos expresivos del lucense tan del gusto del barroco castellano.

En la década de los 20 el arquitecto Victor Eusa levanta unas nuevas andas en su característico estilo de prismas rectangulares encadenados añadiendo unos hermosos bajorrelieves de mano de su colaborador habitual Ramón Arcaya. El hecho de estar realizados en alabastro y tener una luz en el interior del paso confiere una belleza poco común al conjunto.

Aunque la tradición consideraba éste como el paso más pesado cuando fue pasado por la báscula resultó un total de 765 kg. lo que llevó a algunas personas a dudar de la fiabilidad de la balanza utilizada. 20 portadores llevan sobre sus hombros este paso.

● 1887

● 20 Portadores

● A Hombros

● 765 KG.

● 9.000 Reales

La Dolorosa

La imagen de Nuestra Señora de la Soledad fue encargada por el ayuntamiento al ser donado un manto para la anterior Virgen Dolorosa que se encontraba en la Iglesia de San Agustín. Dicho manto resultó ser en extremo suntuoso en comparación con la sencillez de la imagen, lo que motivó a las autoridades locales a encargar una nueva.

Ésta fue realizada por Rosendo Nobas en 1883. Rosendo Nobas y Ballbe fue discípulo de Agapito y Venancio Vallmitjana (autor el primero del Cristo Yacente de la Hermandad de la Pasión). Principalmente escultor, aunque también acuarelista, fue autor de obras como el monumento a Rafael Casanova en Barcelona o el Panteón Farreras Framis en el cementerio de Montjuic. Ganó la medalla de segunda clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid de 1871 con la obra Torero herido.En 1866 expuso en París con gran éxito. Murió repentinamente de una pulmonía que contrajo mientras cuidaba de su madre.

La imagen de la Dolorosa, cuyo cuidado está a cargo de la Sección de Hermanas de la Soledad de la Hermandad de la Pasión, presenta una gran maestría con sus arrugas de dolor en la frente, los ojos hundidos y unas preciosas manos entrelazadas. Son los ojos lo más logrado de la talla, otorgándole un gran verismo gracias tanto a su modelado como a su acertada colocación en la talla. Las andas, diseñadas en 1928 por Víctor Eusa siguiendo su estilo característico, fueron ampliadas en diversas ocasiones tanto para aumentar el número de portadores como para colocar el nuevo manto que confeccionaron las Madres Adoratrices en el año 1961. Dicho manto fue sufragado en gran parte por una suscripción popular. El resto lo pagó el ayuntamiento de Pamplona, propietario de la imagen, salvo cuando durante la segunda república fue cedido a la Hermandad de la Pasión (tal y como estaba especificado en los estatutos de la misma) hasta que fue reclamado de nuevo en el año 1937.

● 1883

● 24 Portadores

● A Hombros

● 980 KG.

● 200 Pesetas

El Resucitado

Durante más de cien años la Hermandad daba culto a la resurrección de Cristo el Sábado Santo en la SI Catedral a donde acude la Junta de gobierno para participar en la Vigilia Pascual. En el año 2017 la Junta de Gobierno, presidida por el prior Juan Miguel Arriazu, decidió poner en marcha una nueva procesión el Domingo de Pascua para dar mejor culto al principal hecho de cuantos celebran los Cristianos.

Para poder llevar a cabo la nueva procesión la Junta sopesó la posibilidad de elaborar una nueva talla que representase a Cristo resucitado, si bien premuras del tiempo así como los costes que ello supondría llevaron a decidir solicitar el préstamo de una figura, construyendo únicamente las andas necesarias para procesionar. Tras investigar las posibilidades se solicitó a la SI Catedral pamplonesa el préstamo de un Cristo Resucitado de su propiedad, obteniendo todo el apoyo tanto del Deán de la misma, don Carlos Ayerra, como del señor Arzobispo, Don Francisco.

La figura del Cristo, anonóima, data del siglo XVIII, lo que la convierte en la más antigua de cuantas pasean en la Semana Santa pamplonesa. La Hermandad sufragó los gastos de restauración de la figura, que representa a un Cristo de tamaño natural con las manos y pies mostrando las señales de las llagas, levanta la mano derecha bendiciendo con sus dedos mientras sujeta con la otra el estandarte de la cruz simbolizando su victoria sobre la muerte. Tal y como el Concilio de Trento indicó, Cristo aparece sólo, sin testigos del hecho, ni siquiera los soldados que solían representarse dormidos a los pies del sepulcro cuya presencia había sido enfatizada a lo largo de los siglos para refutar las acusaciones judías del robo del cuerpo de Jesús.

El paso es portado por 16 portadores con túnica color crema sobre traje y corbata. No llevan caperuza como muestra de la alegría propia del día de la Resurrección

● Siglo XVIII

● 16 Portadores

● A Hombros

● Aprox 400 KG.