Pamplona estrena un proyecto piloto de “receta deportivo-social” en los barrios de Txantrea e Iturrama

Foto: cartel que se podrá ver en los centros de salud
Foto: cartel que se podrá ver en los centros de salud

‘Citius, Longaevus, Fortius’ es un programa de ejercicio para personas empadronadas de 45 y 85 años con situaciones vitales concretas

Pamplona estrena un proyecto piloto de “receta deportivo-social” en los barrios de Txantrea e Iturrama

Ya han comenzado a expedirse en los barrios de Txantrea e Iturrama las primeras recetas deportivo-sociales de ‘Citius, Longaevus, Fortius’, un nuevo programa de ejercicio físico, deporte y otras actividades sociales enfocado específicamente desde un punto de vista terapéutico. Con esas recetas, prescritas por profesionales, las personas usuarias tendrán a su disposición como asistente personal a Marta Monreal, del Colegio Oficial de Educadores Físico Deportivos de Navarra y la garantía de una reserva de plaza en las actividades prescritas. Esta mañana han presentado el programa Fernando Aranguren, concejal especial de Deporte y Juventud; Itziar Ochoa González, en representación de los centros de salud de Iturrama y Txantrea, y Miguel Tobar, representante de la empresa de gestión de actividades SEDENA.

Esta receta se inicia ahora en dos barrios de la ciudad como experiencia piloto que podría irse extendiendo a otros centros de salud de la ciudad. Es una propuesta novedosa que se destina a personas empadronadas de entre 45 y 85 años que estén en situación de soledad no deseada, tengan diagnosticado el síndrome de fragilidad, o sean inactivas físicamente. Coordinada por convenio por el Ayuntamiento de Pamplona con los centros de salud de Iturrama y Txantrea y financiada por el Instituto Navarro del Deporte busca integrar en un solo acto una receta deportiva y una receta social que responda a las necesidades de naturaleza socio-sanitaria de la población, controlando en un único programa tanto las actividades a recetar, todas ellas titularidad municipal, como la parte de gestión de las recetas.

El ejemplo de Pamplona es de los pocos en toda España y Europa de recetas integradas por ambos ámbitos de actuación: en el caso de España, hay incipientes innovaciones con cierta similitud en Barberà del Vallès (Barcelona), el Ayuntamiento de Madrid con ‘Vallecas Activa’, y el Ayuntamiento de San Bartolomé (Lanzarote). Todas estas iniciativas se basan en que aunar lo deportivo y lo social, convirtiendo el ejercicio físico, el deporte recreativo, y múltiples actividades sociales (talleres de memoria, voluntariado, apoyo psicológico, etcétera) como “medicamentos” avalados científicamente para mejorar la salud de la población.

Este nuevo programa se enmarca en los esfuerzos internacionales por fomentar el envejecimiento activo y está vinculado, asimismo, con otras iniciativas municipales como el pasaporte SANUS – que potenciaría el efecto terapéutico de los cursos municipales de Yoga y Gimnasia Aeróbica Moderna que forman una de las partes de las actividades a recetar en estos momentos- la oferta “En Marcha” que combina actividades físicas y ejercicios de memoria; los “Jueves y Viernes Ociosos”; y el proyecto “Minutos a tu contador” iniciado en junio de 2021.

Cubrir necesidades de sociedades desarrolladas

El programa define ejercicio físico como cualquier tipo de actividad física intencionada y sistemática, independientemente de sus fines y del lugar donde se realice y será terapéutico cuando, prescrito por profesionales, esté orientado a intervenir sobre riesgos sociales, dolencias o enfermedades desde una perspectiva socio-sanitaria.

El incremento de la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad están propiciando un fenómeno de envejecimiento poblacional que, según el Instituto nacional de Estadística, situaba en 2019 la media de edad en 83,9 años. Además, según el informe sobre estilos de vida en Navarra de ese mismo año, un 23,90% de hombres y un 25,10% de mujeres de entre 15 a 69 años en 2017 se reconocía inactiva o presentaba un nivel bajo de actividad física, lo que tiene consecuencias claras en ese colectivo, especialmente por el mayor riesgo de la presencia de enfermedades asociadas con el sedentarismo y la inactividad física. Los dos centros de salud de Pamplona elegidos se sitúan en barrios con un alto índice de vejez. Participan en este programa como responsables de derivar a las personas, prescribiendo a las personas usuarias las actividades de ejercicio físico, deporte, y de otras actividades sociales comunitarias que más se adecúen a sus necesidades.

A su vez, las personas titulares de esa receta se garantizan plaza en las actividades recetadas, además de un seguimiento multidisciplinar, con mayor o menor grado de individualización, según el nivel de prescripción asignado a la persona. Algunas actividades de la receta requieren de pago (con los descuentos correspondientes que prevén las normas de precios públicos en vigor) y otras son, en cambio gratuitas, como lo es el seguimiento personal de la Asistente Personal, colegiada dentro del Colegio Oficial de Educadores Físico Deportivos de Navarra (COLEFNA).

Como objetivos específicos, el programa busca reducir las necesidades de medicación de las personas usuarias, la condición física y capacidad funcional, e incrementar de 30 a 60 minutos el tiempo semanal destinado a actividad física. Pero también busca mejorar capacidades cognitivas como la memoria o el cálculo y la percepción subjetiva de bienestar.

Recetas y planes individualizados

“Citius, Longaevus, Fortius” es de participación voluntaria y tiene un diseño novedoso que se basa en tres niveles y cinco actos de prescripción basados en la evidencia científica. Los actos del proceso comenzarían por el diagnóstico de necesidades de los barrios y el mapeo de los servicios comunitarios disponibles. Después, con asesoramiento técnico, el personal de cada centro de salud comenzaría las evaluaciones médicas iniciales, tanto de necesidades como de contraindicaciones.

El resultado: la prescripción de una receta deportivo-social, un acto de derivación del que únicamente se hace cargo personal sanitario. Como cuarto acto se sitúa el monitoreo de actividades, el seguimiento de la persona participante, el uso de los recursos disponibles y la reevaluación de los participantes, para terminar –en un esquema circular- con una reevaluación de las necesidades de cada barrio, y la posibilidad de que una persona pueda ser recetada, o no, con una nueva receta si así lo considerase el personal sanitario. 

Los niveles de prescripción están vinculados a tres perfiles de personas: primero, consejo deportivo para realizar actividad física saludable de forma autónoma con una pequeña supervisión de una asesora personal– para personas que no tengan soledad no deseada, no sean frágiles y que estén cerca de cumplir las recomendaciones de la OMS sobre ejercicio físico y salud; segundo, una prescripción deportiva de actividades organizadas, previa entrevista y charla motivacional con la persona afectada – para personas que no tengan soledad no deseada pero sí que sean frágiles y sean inactivas físicamente-; y tercero, una prescripción deportivo-social (deporte junto a actividades sociales) – para personas con soledad no deseada, frágiles e inactivas físicamente-. En los dos últimos perfiles, junto al seguimiento individualizado de la asesora personal, habrá seguimiento profesional del personal sanitario del centro de salud.