Aumentan las denuncias por fiestas en pisos, bajan por botellón y se mantienen con porcentaje importante las de incumplimiento de horarios en Pamplona

Aumentan las denuncias por fiestas en pisos, bajan por botellón y se mantienen con porcentaje importante las de incumplimiento de horarios en Pamplona

342 sanciones durante las dos últimas semanas

La Comisión de Covid-19 del Ayuntamiento de Pamplona ha conocido este viernes los datos de las denuncias por incumplimiento de las normas de seguridad sanitaria vinculadas a las COVID-19 realizadas entre el 19 y el 28 de enero por el área de Seguridad Ciudadana. Durante las últimas semanas, el área ha constatado un incremento de denuncias por fiestas en pisos tras la disminución de las puestas por hacer botellón en la calle.

La segunda quincena de enero el 29% de las denuncias totales han sido por fiestas en pisos (92 denuncias, 13 a las personas organizadoras) cuando en la primera representaron el 11%. Las de botellón han disminuido del 11% al 8% (25 denuncias). También bajan las impuestas por no usar mascarillas del 31% al 25% (79) y por fumar sin guardar la distancia de seguridad de 12% al 3% (10).

Se mantienen con porcentajes importantes las denuncias por el incumplimiento de horarios ya que desde la última Comisión COVID-19 ha habido 106 (34% del total, el mismo porcentaje que hace 15 días). También por no cumplir los horarios se han puesto 7 a establecimientos de hostelería. Las 342 sanciones puestas entre el 19 y el 28 de enero se completan con 21 por incumplir reglas de higiene en establecimientos.

15 nuevos positivos desde la última Comisión Covid-19

En estos momentos, hay 19 trabajadores de baja por COVID-19, lo que supone en torno al 1,05% de la plantilla del Ayuntamiento y sus organismos autónomos. El total de personas con casos confirmados en esta segunda oleada desde inicios de septiembre es de 97 (un 5,4% del total del personal municipal). En los últimos quince días, desde la última reunión de la Comisión COVID-19, se han contabilizado 15 nuevos casos positivos diagnosticados en la plantilla municipal. 7 son en Policía Municipal.

La semana del 11 al 17 de enero entre los componentes del turno de noche de Policía Municipal, se detectaron 7 agentes con prueba PCR o antígenos positiva en COVID-19 por lo que se realizó una investigación tanto por parte de los equipos de rastreo como del Servicio de Prevención municipal. Debido al número de casos detectados se solicitó al Departamento de Salud un cribado entre las personas que habían trabajado en ese turno durante esos días y que hubieran podido tener contacto directo con alguna de las personas diagnosticadas como positivas, sin que se detectaran nuevos positivos.

El origen del brote se sitúa el lunes día 11 cuando un agente acudió a trabajar en el turno de noche con síntomas compatibles con COVID-19 y que al día siguiente continuó ejerciendo su labor a pesar de tener 37,5º de temperatura. Durante dos días realizó el patrullaje en coche con dos compañeros diferentes, que utilizaron mascarillas FFP2 (en una ocasión con ventanillas abiertas y en otra cerradas), y coincidió con otro agente en un descanso sin mascarillas, con un quinto en vestuarios también sin mascarillas y con un sexto que sí llevaba mascarilla FFP2 en dos actuaciones, una en la que no se pudo mantener la distancia de seguridad. La séptima persona contagiada coincidió en vestuarios y gimnasio con dos de los agentes que habían estado en contacto con la persona enferma y que habían resultado contagiados. Además, por ser contactos estrechos, hay tres agentes confinados.

Conductas puntuales no adecuadas para evitar la transmisión del virus

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, ha explicado en la comisión que se dotó a todos los agentes implicados, tanto positivos como confinados, de las mascarillas recomendadas por el Instituto Navarro de Salud Laboral. Sin embargo, se dieron en algunos agentes, puntualmente, conductas no adecuadas e incluso contrarias a las indicaciones dadas tanto por organismos policiales como por el área para prevenir la transmisión de la COVID-19, lo que ha influido en la propagación de los contagios.

Por ejemplo, acudir a trabajar con sintomatología compatible con la enfermedad, no notificar temperatura corporal por encima de 37, 5º cuando es necesario consultar con los servicios médicos, patrullar en algún momento sin mascarilla FFP2 o con ventanillas cerradas y permanecer en la sala de descanso sin mascarilla cuando no se está comiendo o en vestuarios no utilizarla en todo momento.

Entre las medidas que se van a implantar para evitar nuevos brotes están marcar como obligatorio durante el patrullaje el uso de mascarillas FFP2, reducir a 6 personas el aforo en la sala de descanso, realizar la lectura del servicio en el garaje para aumentar la distancia y la ventilación y limpiar los vehículos y equipos compartidos antes de su utilización y después. Por último, se va a utilizar ozono tanto en locales como en vehículos para incidir en su limpieza, medir los niveles de CO2 en las distintas dependencias de Policía Municipal e intentar mantener las parejas de patrullaje.