El Sadar fue un fortín para Osasuna en un partido trascendental para los rojillos que se jugaban gran parte de sus esperanzas para la conquista del título de la Copa del Rey que se les escapó en 2005.
No en vano, miles de personas, más de 23.000 batieron el récord de asistencia tras la remodelación del estadio en una noche gélida que sin embargo fue más que cálida-histórica- para la afición rojilla.
Un gol de Abde en el minuto 47, al inicio de la segunda parte, adelantó a los rojillos en el marcador global contra el Athletic de Bilbao, en un partido bastante equilibrado en cuanto a las fuerzas de cada formación.
Con todo Osasuna ofreció mejor imagen, aunque en los últimos minutos los leones llegaron con más garra a la zona de peligro. David García y Aridane realizaron en estos minutos un trabajo estupendo en la defensa rojilla.
Final feliz, y un plan del míster rojillo que salió bastante bien, aunque ahora la partida final se prevé dura en campo ajeno para Osasuna, y con un estadio que será una caldera a favor del Athletic.
Queda un mes y Osasuna sigue soñando con una nueva final de Copa.
