Fiesta txuri-urdin pese a un Osasuna bien plantado ante la Real Sociedad (0-2)

Foto: José Ángel Ayerra
Foto: José Ángel Ayerra

El primer gol del ex rojillo, Mikel Merino,  en el minuto 72 dinamitó el planteamiento de los de Jagoba Arrasate que imprimieron mucha intensidad desde el inicio  del encuentro

Fiesta txuri-urdin pese a un Osasuna bien plantado ante la Real Sociedad (0-2)

El retorno de Mikel Merino a El Sadar supuso el punto gordiano de un encuentro en el que Jagoba Arrsate había partido con el planteamiento de darle mucha intensidad y que el conjunto txuri urdin no estuviera cómodo en ningún momento. 

El plan funcionó muy bien casi todo el encuentro, ya que pese a que la Real tuvo mayor posesión de balón, y hasta alguna oportunidad más que los rojillos, el partido parecía casi encarrilado para Osasuna que tenía muy controlado a los puntales.

Sin embargo, y tras casi lesionarse al final de la primera parte y salir momentáneamente del campo por una herida en la ceja por la que sangraba abundantemente tras un lance con un compañero en otra jugada, Mikel Merino tiró de calidad y sorprendió con el primer gol en el minuto 72. Merino ni celebró el tanto, en un estadio y con una afición que le había dado tanto cariño en el inicio de su carrera deportiva.

A partir de ahí, Osasuna ya no fue el mismo, y aunque no se rebajó la intensidad en el juego, la Real tuvo mayores expectativas que se reforzaron con un penalti que tras un fallo de la defensa rojilla ejecutó el propi Januzaj, marcando el 0-2.

Arrasate intentó algunos cambios con la entrada de Chimy Ávila por Kike Barja, antes del penalti, y posteriormente con un triple relevo de Cote, Roberto Torres y Budimir por Kike García, Manu Sánchez y Rubén García.  

Ya en tiempo de descuento, Osasuna tuvo dos claras ocasiones, con un chute de Chimy Ávila, y otro cabezazo de David García. 

Al final, derrota en casa, y el estadio que se convirtió en una fiesta txuri urdin, a costa de un Osasuna que mereció algo más suerte.