Mariúpol, la ciudad que se está convirtiendo en símbolo de la catástrofe humanitaria por la invasión rusa de Ucrania
Olexander, miembro Médicos Sin Fronteras (MSF) en Mariúpol narra que no hay agua potable, la población recurre a las fuentes en los parques o a recoger el agua que cae de los techos cuando la nieve se derrite. Las personas mayores o con discapacidad no pueden encontrar comida y ni hacer fuego para cocinar.
La situación de la sitiada ciudad ucraniana de Mariúpol es agónica, como se ha podido ver en las últimas horas tras el ataque de ayer a un complejo hospitalario en Mariúpol
Olexander, compañero de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Mariúpol narra que no hay agua potable, la población recurre a las fuentes en los parques o a recoger el agua que cae de los techos cuando la nieve se derrite. Las personas mayores o con discapacidad no pueden encontrar comida y ni hacer fuego para cocinar.
"En Mariúpol, ahora mismo no hay agua potable, nada, y no hay de dónde sacarla", dice Olexander y añade que "la gente está tratando de obtenerla de diversas formas; buscando fuentes en los parques o recogiendo el agua de los tejados cuando la nieve se derrite. Y como esta pasada noche estaba nevando, la gente salía en busca de leña para cocinar sus alimentos".
"Las detonaciones continúan. La situación es especialmente complicada para las personas mayores y para quienes tienen algún tipo de discapacidad. No tienen forma de encontrar comida y tampoco pueden hacer un fuego para cocinar. El desastre humanitario en Mariupol continúa. La situación para quienes tienen niños pequeños también es muy, muy mala, porque necesitan muchas más cosas, como productos de higiene, y no hay manera de encontrarlos en ningún sitio" finaliza Olexander.
