La cuadrilla 'bigotuda' de Tudela que desde hace 10 años se suma a una iniciativa contra el cáncer
Todo empezó hace diez años, cuando la cuadrilla tudelana de amigos ‘La Patena’ decidió hacer algo distinto el año que cumplían la mayoría los 30. “De normal nos solíamos reunir el día de Reyes, pero, por las dificultades para reunirnos todos, organizamos una comida para noviembre, y por poner una temática, ya que vimos que estaba la iniciativa del Movember, decidimos dejarnos bigote y llevar una camisa hortera”, relata Carlos Moreno Gil.
Y lo que empezó como algo puntual, se ha convertido en tradición. “Cada año nos dejábamos el bigote pero cambiábamos la temática”, señala Carlos, que indica que conforme pasaron los años decidieron que iban a aprovechar para involucrarse en alguna causa. El hecho de que un amigo padeció un cáncer y que el padre de uno de la cuadrilla falleció por un cáncer de próstata (la enfermedad específica por la que se celebra la iniciativa internacional del bigote Movember) motivó a que cada año empezáramos a donar cada uno lo que quisiera a una organización que lucha contra esta enfermedad”, nos cuenta Carlos.
Todos los años cambian de restaurante, al que piden también un pequeño donativo, pero lo que siempre es fijo es el bar de después, el De Risa y De Oro de Tudela, que conforme se ha hecho tradición hasta promociona esta pequeña “fiesta bigotuda” y se involucra mucho en los donativos para la causa. Desde hace cinco años, han aportado a Asociación de Ayuda a Niños con Cáncer de Navarra ADANO y a la Asociación Española contra el Cáncer.
Pero además, este año es especial, porque además de cumplir la mayoría los 40 años, esta reunión de amigos ha tenido a una persona en su memoria. “Hace un año murió uno de nuestra cuadrilla en accidente de coche, Daniel Abad y ha sido un palo muy duro para todos ya que era un amigo muy carismático y ha logrado que a la comida de este año incluso venga gente que no es de la cuadrilla”, señala Carlos.
Durante la pandemia, no pudieron celebrarlo, sin embargo “alguno de la cuadrilla se dejó bigote en casa”, afirma Carlos, que señala que se sorprenden con la repercusión que ha tenido y que el año que viene hasta se plantearían dar algún premio al “mejor bigote”.
