El arquitecto de algunos de los edificios más relevantes de Pamplona ya tiene su placa

Placa en homenaje al arquitecto pamplonés Fernando Redón en el paseo que lleva su nombre. Foto: Ayuntamiento de Pamplona
Placa en homenaje al arquitecto pamplonés Fernando Redón en el paseo que lleva su nombre. Foto: Ayuntamiento de Pamplona

La viuda de Fernando Redón, María Castiella, y su hija Elisa, han asistido a la colocación de la placa conmemorativa en homenaje al arquitecto pamplonés en el paseo que lleva su nombre

El arquitecto de algunos de los edificios más relevantes de Pamplona ya tiene su placa

Esta mañana el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, acompañado por otros miembros de la Corporación Municipal ha asistido a la colocación de la placa conmemorativa en homenaje al arquitecto pamplonés Fernando Redón, en el paseo que lleva su nombre. Al acto han asistido su viuda, María Castiella, y su hija Elisa, además de otros familiares que viven actualmente en Pamplona. Fernando Redón, nacido en la calle Carlos III en el año 1929, falleció en 2016.

El paseo peatonal, situado junto a la Casa de Misericordia, es un homenaje a la figura de este profesional que formó parte de la junta directiva de esta entidad y que, además de dejar en la ciudad un buen número de edificios con su sello, dirigió la Institución Príncipe de Viana, asesoró al Ministerio de Cultura, fue profesor de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y formó parte y presidió el Consejo Social de la Universidad Pública de Navarra.

Fernando Redón trabajó en los inicios de la reurbanización del Casco Antiguo y llevan su firma algunos de los edificios más relevantes de Pamplona. Así ocurre, por ejemplo, con la casa de Felipe Huarte; las viviendas de Las Hiedras, en la avenida de la Baja Navarra; las Torres de Huarte o la Torre de Erroz. Y también con otros tan relevantes como el Club de golf de la Ulzama, el centro de rehabilitación Elcano, la Clínica Ubarmin o el pabellón de Navarra en la Expo 92 de Sevilla.

Formado en las escuelas superiores de Barcelona y Madrid, fue uno de los arquitectos españoles más destacados de su tiempo que compaginó la arquitectura con la fotografía y la pintura. Y dejó como legado numerosas publicaciones, de enorme calidad, sobre la naturaleza, el arte y el patrimonio navarros. Su trayectoria profesional le hizo merecedor, en el año 2004, del premio Príncipe de Viana de la Cultura.

La placa colocada hoy culmina el homenaje a este arquitecto, que también fue fotógrafo, pintor y editor de publicaciones artísticas, ya que la asignación nominativa de calles, plazas y monumentos de la ciudad permite honrar y reconocer a personas y entidades por su contribución a la ciudad y su relevancia profesional.