Jornada continua: mejora laboral y empeoramiento educativo

Interior del colegio Andrés Muñoz Garde
Interior del colegio Andrés Muñoz Garde

Firmado por Ibon Marcilla López de Dicastillo, Aitor Balbás Ruiz, Raquel Mendioroz Galar, Juan Antonio Iriarte, Israel González Mangado y Txuma Mangado Ederra en representación de la iniciativa ESKOLA por la jornada partida y en defensa de la escuela pública

Jornada continua: mejora laboral y empeoramiento educativo

Entre el más que legítimo derecho a reivindicar unas mejoras de las condiciones laborales, y que estas perjudiquen a los más pequeños existe una línea roja inquebrantable. Una línea que los sindicatos representantes del profesorado pretenden sobrepasar. 

En el comunicado conjunto emitido la semana pasada fija la mirada en el borrador de ley foral de educación, esa que debe regular la jornada escolar y sus posibles cambios. Se fijan sobremanera en las mayorías de voto necesarias para hacer efectivo el cambio y, lejos de entender la mayoría cualificada como una garantía de apoyos, la ven como un obstáculo a su objetivo: que la jornada escolar sea solo de mañanas. Un primer paso para conseguir no tener que acudir a los centros escolares a las tardes. Llegando incluso a la mentira hablando de que en ningún otro proceso democrático se exigen esas mayorías. Existen mayorías cualificadas para los cambios constitucionales, elección del defensor del pueblo (⅗), para la elección de cargos en la judicatura, en las comunidades de vecinos, en referéndums donde se marca un mínimo de participación y de apoyo. 

Una reivindicación laboral que sería legítima si no fuera porque la jornada continua es perjudicial para nuestros hijas e hijos y para el conjunto de la sociedad, ya que un cambio hacia una mayor discriminación y una peor educación nos afecta a todos. Informes de colegios de pediatría sobre horarios de comidas y rendimiento académico así lo indican, informes sobre inclusión social y el papel del colegio como colchón social para miles de familias en situación de vulnerabilidad, incluso la propia OCDE indica que la jornada únicamente por las mañanas favorece la exclusión social de los más desfavorecidos ahondando en la exclusión social, el abandono escolar y aumentando las horas ante las distintas pantallas. 

Por si fuera poco, la jornada continua perpetua el rol de la mujer como cuidadora del hogar (el informe ESADE habla de que son el 66,4% las mujeres que se ven obligadas a reducir su jornada laboral) con el consiguiente paso atrás en materia de igualdad. Resumiendo, SÍ existen informes que establecen la jornada partida como la mejor en materia de alimentación, inclusión social, asimilación de conceptos, incluso en materia de igualdad. Lo que no existe es ningún informe que establezca que la jornada continua es mejor, simplemente porque no es cierto. Segunda mentira. La evidencia científica en relación con qué tipo de jornada es mejor para el rendimiento académico apunta a un mayor beneficio de la partida o de la jornada a tiempo completo, al adaptarse mejor a las necesidades de descanso, concentración, krononutrición y socialización de los alumnos. Experiencias europeas recientes, como la iniciativa alemana, no dejan lugar a duda: los resultados PISA están aumentando a la par que los colegios van pasando de continua a jornada 'a tiempo completo', que se asemeja a la partida. Así lo recoge el interesante informe sobre jornada escolar que el consejo escolar de Navarra elaboró tras las jornadas que organizó hace unos meses 'la jornada escolar, reflexiones y datos'. Invitamos a los lectores en general, y a los sindicatos en particular, que disfruten de su lectura (buscad 'monografía jornada escolar reflexiones y datos' en google). 

La jornada escolar continua tenía un carácter experimental en Navarra, y como tal tenía un carácter temporal en aquellos centros que la implantaron. La lógica indica que, tras ese periodo experimental, aún a falta de informes de educación sobre “el experimento”, ese cambio debe ser ratificado de nuevo por los centros y las familias. 

En conclusión, tras la supuesta bandera de la mejora educativa para nuestros hijos e hijas se esconde una reivindicación laboral, sustentada por documentos llenos de medias verdades y apoyados por la autoridad educativa que el profesorado ejerce. Nuestro modelo educativo exige muchas mejoras en materias como los ratios, las instalaciones, los modelos de enseñanza.... Hacía esas mejoras debemos caminar toda la comunidad educativa de manera conjunta, la jornada continua es un retroceso educativo claro que debemos revertir.