Este martes, 26 de marzo, varias familias se han reunido frente al Departamento de Educación, en Pamplona para exigir al consejero Carlos Gimeno que dé un paso atrás en la aplicación de la Orden Foral 106/2023, de 9 noviembre, por las que se regulan los tipos de jornada escolar, en aquellas escuelas en las que la mayoría de sus familias han votado una jornada continua para sus hijos e hijas.
Anteriormente, a primera hora de la mañana se han concentrado a la entrada de sus centros escolares, donde se les han sumado algunos/as profesores/as para darles su total apoyo.
En esta concentración ante Educación se han reunido las familias de aquellos centros que, a pesar de haber obtenido una clara mayoría a favor de la jornada continua, el departamento de Educación los obliga a pasar a la jornada partida en los siguientes cuatro cursos escolares. Están aquí representados: Patxi Larraintzar, Bernat Etxepare y los centros públicos de Etxalar, Lesaka, Amaiur (Baztán), Garés, Zubiri, Orkoien (San Miguel y Auzalar), Berriozar (Mendialdea I), Zizur (Erreniega y Catalina de Foix) y Mutilva (San Pedro e Irulegi).
Hay que recordar que, desde la pandemia de COVID-19, el Gobierno de Navarra había implantado la jornada continua en todos los centros escolares. En los años siguientes, cada centro y sus familias han ido eligiendo su jornada provisionalmente, mientras se iba preparando la nueva ley que regulara los tipos de jornada escolar. Finalmente, el Gobierno de Navarra publica la orden foral 106/2023, de 9 de noviembre, por la que se regulan los tipos de jornada escolar y obliga a los centros que quieran mantenerse en la jornada continua a participar en un proceso de votación. Esta orden foral ha tenido peculiaridades en su desarrollo, ya que, entre otros aspectos, para que se pudiera obtener la jornada continua, cada centro escolar debía obtener los votos positivos de por lo menos el 60% de su censo. En el caso de Etxalar, 18 votos fueron a favor de la jornada partida y 34, casi el doble, a favor de la continua, aunque con las condiciones impuestas, no han sido suficientes para conseguir el cambio.
En Garés 186 votos a favor del cambio y 80 en contra, pero si se tiene en cuenta el censo, no logran la continua. Estos son varios de los ejemplos. Además se ha condicionado a aquellos centros que compartían transporte, por exigir que en ambos centros saliera una mayoría cualificada para poder darse el cambio a jornada continua. Orkoien (San Miguel y Auzalar) y Berriozar (Mendialdea I y II) son el ejemplo de esta situación, que a pesar de que en todos ellos se consiguió una mayoría a favor de la continua, se ha dado el caso de que en uno de ellos no se ha conseguido el porcentaje exigido y por ello, Educación obliga a ambos centros a establecer la jornada partida para los siguientes cursos. “Antes de la publicación de la ley y después de años de experimentación de la jornada continua en Navarra, el consejero de educación, Carlos Gimeno, prometió el cambio de los porcentajes además de otras condiciones injustas de la ley. La mayoría de las fuerzas parlamentarias también lo pidieron. Los sindicatos de educación también. Pero el señor Gimeno y su equipo ejecutaron el decretazo, haciendo caso omiso a lo acordado. De 170 centros públicos, 158 pedimos abrir el proceso para el cambio. De estos últimos, solamente 20 no hemos logrado el 60% exigido por educación para la jornada continua pero si hemos obtenido los votos mayoritarios a favor de la misma. ¿Cómo se entiende que siendo así tengamos que sacrificar la vida de nuestros/as hijos/as?” comentan las familias.
Estas familias, se han reunido con representantes de educación y se han sentido "ninguneadas". Ante tal impotencia y frustración, han empezado a reunirse con grupos parlamentarios, han pedido ayuda al Defensor del Pueblo y seguirán tocando puertas para que esta injusticia pueda revertir.
Mientras, tienen claro que no van a parar, que saldrán a la calle y que denunciarán en los medios de comunicación la injusticia que están viviendo.
Bajo el lema de “por una votación justa y democrática”, las familias dicen que" no dejarán de luchar" y que “reunirán fuerzas para darles a nuestros/as hijos/as lo que creemos que es mejor para ellos/as, que es lo que la mayoría de nuestras escuelas ha votado”.
