Etxabakoitz, un barrio diverso, multicultural y participativo unido en la demanda a sus problemas históricos

Etxabakoitz, un barrio diverso, multicultural y participativo unido en la demanda a sus problemas históricos

El Ayuntamiento de Pamplona presenta en Etxabakoitz el tercer diagnóstico de situación, tras los realizado en San Jorge y Milagrosa

Pamplona/Iruña, 25 de enero de 2017

La multiculturalidad es una seña de identidad del barrio Etxabakoitz. Desde su formación en los años 60, esta zona de Pamplona no ha perdido su carácter de barrio receptor de migración. Si antes los que llegaban eran trabajadores, fundamentalmente extremeños y andaluces, impulsados por la demanda de mano de obra de la industrialización, ahora son personas de origen extranjero de hasta 65 países diferentes. Tiene históricamente, además, un importante núcleo de población gitana. Siete de cada diez personas encuestadas dentro del diagnóstico sobre la situación de Etxabakoitz valoran esta diversidad cultural como positiva. Pero el barrio tiene sus problemas.

Esta tarde el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron y la concejala delegada del Área de Acción Social y Desarrollo Comunitario, Edurne Eguino, entre otros, han presentado a los vecinos y colectivos del barrio ‘Etxabakoitzcon)(vive / Etxabakoitzenelkar)(bizi’, un diagnóstico de situación coordinado en los últimos meses por los profesores del Departamento de Trabajo Social de la UPNA Rubén Lasheras Ruiz e Izaskun Andueza Imirizaldu a propuesta de las profesionales de la Unidad de Barrio de la zona al Área de Acción Social y Desarrollo Comunitario.

En la sesión de hoy se abordaba la ‘foto’ real del barrio, un espacio que es limite externo de la ciudad, con una clara autopercepción de abandono histórico y fragmentado por las diferencias de todo tipo entre su zona norte (Distrito 4 sección 26), más moderna, y su área sur (Distrito 4 secciones 12 y 13), el centro histórico del barrio limitado en su desarrollo por el trazado del ferrocarril y la fábrica química de HUNTSMAN, antigua Inquinasa. El diagnóstico hoy presentado es fruto de un proceso participado socialmente y el paso previo a la elaboración de un ‘Plan de acción del barrio por la convivencia’ (Fase II).

Y una de las fortalezas identificadas en este diagnóstico es el gran nivel de interés y el deseo de participación que muestran vecindario y asociaciones.

5.250 vecinos, un 14,5% extranjeros: barrio de acogida transitoria

Etxabakoitz, según los datos de Padrón, tiene actualmente 5.251 habitantes (un 55,8% de ellos asentados en los distritos 12 y 13). Este barrio fue, con Azpilagaña, el único de la ciudad que había perdido población en 2016, un año en el que el resto de barrios de Pamplona creció. Según esa misma fuente, es el cuarto barrio con mayor presencia de población extranjera de la ciudad con un 14,9% de inmigración, aunque en 2012 ese porcentaje llegaba hasta el 20,6%. La población inmigrante se distribuye de forma diferente por zonas, siendo de un 19% en la zona sur y de un 9,6% en la zona norte.

En ese sentido ‘Etxabakoitzcon)(vive / Etxabakoitzenelkar)(bizi’ refleja los dos primeros vectores: Etxabakoitz es un barrio de acogida en el que el 70% de los encuestados tiene una opinión favorable sobre la diversidad cultural –especialmente en la zona sur-, pero es también un barrio de paso, ya que las condiciones de habitabilidad de las viviendas y los condicionantes estructurales del diseño del barrio han generado una importante bolsa de viviendas en alquiler. El 85% de las personas extranjeras (hay 784 inmigrantes en el barrio) optan por el alquiler y un 60% de ese colectivo declara su deseo de cambiar de barrio, de forma que las viviendas de alquiler funcionan, en gran medida, como provisionales.

Autoimagen: barrio segregado, abandonado y fracturado

La situación de Etxabakoitz como barrio de ‘cierre’ de la ciudad, según el informe ha tenido como consecuencia que el distanciamiento físico del centro y las carencias en los servicios al vecindario (esta última idea la sostienen el 77,7% de los vecinos), han ido generando lo que el diagnóstico denomina ‘sentimiento de abandono. El 73% de los vecinos así lo consideran, llegando a un cierto ‘complejo de identidad colectiva’ en el que incluso se sienten estigmatizados por residir ahí.

A eso se suma que, según el texto, el último desarrollo urbanístico escindió aún más la zona norte (distrito 26), del espacio histórico o zona sur (distritos 12 y 13). Esta distinción tiene su reflejo tanto en datos de población/inmigración, como en niveles de formación y ocupación etc. Como ejemplo, según el Padrón, a fecha de hoy, la zona norte alberga una población más joven (39% de menores de 35 años), frente a la sur donde esa franja de edad representa el 31%. Sin embargo en definición de ‘pertenencia al barrio’ es muy superior la de los vecinos zona sur (82,3%) que la de Etxabakoitz Norte (49,3%).

La inexistencia de espacios de encuentro para el conjunto de ese ‘barrio aterrazado’ ha hecho que vaya retrocediendo la ‘convivencia intercultural’ presente en la población histórica respecto de una más neutra ‘coexistencia’, entre los distintos grupos sociales presentes en Etxabakoitz. Por otra parte la situación de ‘abandono’ incrementa algunas situaciones de hostilidad en conflictos locales, muchos de ellos enquistados y no verbalizados. Estas realidades se transmiten a espacios centrales para la convivencia, como el centro educativo.

Barrio obrero, con alto desempleo y pleno de incertidumbres

El nacimiento del barrio en los 60 por acumulación de flujos migratorios al socaire de la industrialización, según el diagnóstico, propició una acumulación de trabajadores no cualificados con un fuerte sentimiento de clase. Es, por definición, un barrio obrero... pero sin obra, ya que el 25% de la población activa de la zona antigua (Etxabakoitz Sur), se encuentra en situación de desempleo.

Construcción deficiente, pocos servicios y un barrio estructurado en dos alturas –cuya distancia trata de salvarse mediante elevadores urbanos- son ideas a las que se suma otro factor que, según ha detectado el diagnóstico, está muy presente en los últimos años en la vida social del barrio.

El desarrollo de proyectos como el TAV o el devenir de la empresa Huntsman-Inquinasa, como elementos limitadores de las actuaciones privadas y públicas, generan incertidumbres que deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar planes de actuación para la mejora de la convivencia en el barrio.

‘Etxabakoitzcon)(vive / Etxabakoitzenelkar)(bizi’na’. Fase I

Objeto: Diagnóstico e intervención social intercultural participada sobre convivencia. Es un documento con carácter propositivo que prevé, en una segunda fase, la realización de un ‘Plan de acción del barrio por la convivencia’

Realizado por: Rubén Lasheras Ruiz e Izaskun Andueza Imirizaldu, profesores del Departamento de Trabajo Social de la UPNA

Tiempo de trabajo: entre febrero y diciembre de 2016

Metodología empleada: abarcada desde una perspectiva dialéctica, permite cuantificar y delimitar realidades a través de consulta de fuentes estadísticas, cuestionarios (257), reuniones de grupos de discusión, entrevistas grupales con profesionales de la localidad, encuentros con jóvenes del barrio, etc. Todo ello desde la supervisión de un grupo técnico encargado del desarrollo de esta fase diagnóstica inicial

Objetivos: Diagnosticar la convivencia a nivel del barrio, mejorar las condiciones de convivencia a través de la participación y, de forma simultánea, impulsar un proceso integral participado que genere estructuras autónomas con vocación permanente

Participada/Colaborativa: la población del barrio ha protagonizado activamente el proceso; también numerosas entidades que trabajan en Etxabakoitz, entre las que destacan los Servicios Sociales, el Centro de Salud, la Escuela Infantil, el CP. Nicasio Landa, la parroquia, Etxabakoitz bizirik elkartea, ANAFE, Jazar, la SCD Echavacoiz o la asociación de vecinos.