El Archivo de Navarra conmemora la creación del título de Príncipe de Viana con una microexposición

En la muestra se exhiben documentos como la institución del título y la miniatura que representa a Carlos

El Archivo de Navarra conmemora la creación del título de Príncipe de Viana con una microexposición

Cuando se cumple el sexto centenario de la creación del título de príncipe de Viana por Carlos III el Noble para su nieto Carlos de Trastámara, el Archivo Real y General de Navarra dedica su microexposición de enero a exponer al público algunos de los documentos que custodia relacionados con esta relevante efeméride.

En concreto, en esta exposición se exhiben documentos como el privilegio de institución del título de 20 de enero de 1423 o la miniatura que representa a Carlos, príncipe de Viana, elaborada hacia 1480.

La microexposición '600 Aniversario de la creación del Principado de Viana (1423)' es una muestra de pequeño formato, de acceso libre y gratuito, que permanecerá abierta en la galería baja del Archivo de Navarra todos los días del mes de enero de 10.00h. a 14.00h. y de 17.00h. a 20.00h, ha informado el Gobierno de Navarra.

ORIGEN DEL TÍTULO

Durante la Baja Edad Media se popularizó entre las monarquías europeas la costumbre de dotar de una dignidad especial al heredero de la corona vinculándole, además, con alguna parte concreta del territorio del reino. Así, ya desde la primera mitad del siglo XIV el heredero de la corona inglesa recibía la dignidad de príncipe de Gales, en tanto que el sucesor al trono francés ostentaba el título de delfín de Viena (por Viena del Delfinado, localidad francesa ubicada en el departamento de Isère). Esta tendencia llegaría también a los reinos hispánicos naciendo los títulos de príncipe de Asturias y de príncipe de Gerona para los herederos de los reyes de Castilla y Aragón, respectivamente.

En este contexto, el 20 de enero de 1423 el rey Carlos III el Noble, quien ya había desplegado actividad implantando en el reino navarro usos, instituciones y protocolos que lo asemejaran en prestigio y boato a otros reinos europeos, dispuso la creación del título de Príncipe de Viana para su nieto Carlos (nacido éste a su vez del matrimonio entre su hija Blanca -auténtica heredera directa del trono- y el infante Juan de Trastámara). El monarca navarro equiparó de este modo el reino navarro a las otras coronas que habían ido creando títulos semejantes para los herederos al trono.

El documento de concesión, además de reconocer la dignidad de Príncipe de Viana para su nieto y futuro heredero al trono, estableció un conjunto específico de patrimonio constituido por una serie de lugares, castillos y villas que, encabezada por la de Viana, pasaría a ser conocido desde entonces como el 'Principado de Viana' y cuyas rentas quedarían desde ese momento al servicio del príncipe como fuente de ingresos para financiar sus gastos y posición. La mayor parte de esas villas y castillos estaban ubicadas en el extremo suroccidental del reino con importantes localidades como Viana, Laguardia, San Vicente de la Sonsierra, Bernedo, Aguilar, Genevilla, Lapoblación, San Pedro y Cabredo, y otras más meridionales como Corella, Peralta, Cintruénigo y Cadreita. A pesar de que Carlos III estableció que el conjunto de villas, aldeas y castillos que formaban el principado no podría enajenarse ni disgregarse, su propio nieto y primer príncipe de Viana procedería tempranamente a incumplir este precepto enajenando la villa de Corella que, posteriormente, sería reintegrada al patrimonio de la corona navarra por su padre Juan II mediante un privilegio que también se muestra en la microexposición.

La situación de inestabilidad por la que atravesó el reino durante la segunda mitad del siglo XV con la cruenta guerra civil desatada entre los bandos agramontés y beaumontés a propósito precisamente del conflicto entre Juan II y su hijo Carlos, hizo que a la muerte de éste el título fuera ostentado por sus siguientes beneficiarios de forma efímera. Posteriormente, una vez producida la incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla y la subsiguiente consolidación de la Monarquía Hispánica, el título vianés cayó en desuso, eclipsado por el de príncipe de Asturias que es el que de ordinario utilizaron los herederos al trono español.

RECUPERACIÓN DEL TÍTULO

No obstante, la ciudad de Viana, como cabeza del Principado, hizo en los siglos siguientes esporádicas reclamaciones acerca de su vigencia y de la necesidad de que el heredero de la corona española usara también de la dignidad de príncipe de Viana. Así, el 13 de marzo de 1923 la Diputación Foral y Provincial de Navarra, acogiendo una iniciativa del Ayuntamiento vianés con motivo del V centenario de la creación del principado, acordó dirigirse al rey Alfonso XIII solicitando la rehabilitación del uso del título alegando que "el heredero del Rey de España debe ostentar no sólo el principado castellano de Asturias, sino también el principado navarro de Viana". Los libros de actas de la Corporación Foral recogen puntualmente el contenido de este acuerdo, que también se expone al público con ocasión de la muestra.

Finalmente, con la aprobación de la Constitución Española de 1978, el artículo 57.2 del texto constitucional reconoció al príncipe heredero de la corona de España el título de Príncipe de Asturias, añadiendo a continuación que también le corresponderían los demás títulos vinculados tradicionalmente al sucesor de la corona española. Es por ello que, en la actualidad, doña Leonor de Borbón y Ortiz, en su calidad de heredera de la Corona, ostenta el título de princesa de Viana, junto a los de princesa de Asturias y princesa de Gerona.