El Museo de Navarra inaugura la sala ‘Gigantes de piedra’ dedicada a un singular conjunto de estelas protohistóricas

Gigantes de piedra
Gigantes de piedra
La Galería Azul acoge tres importantes estatuas datadas entre el Neolítico Final (III milenio a. C.) y la Edad del Hierro (siglo III a. C.)
El Museo de Navarra inaugura la sala ‘Gigantes de piedra’ dedicada a un singular conjunto de estelas protohistóricas

La consejera de Cultura, Deporte y Turismo, Rebeca Esnaola, ha inaugurado esta mañana en el Museo de Navarra un nuevo espacio expositivo permanente, la sala ‘Gigantes de piedra’, que está dedicado a un singular conjunto de estatuas protohistóricas de Navarra.

En la inauguración le han acompañado el director General de Cultura – Institución Príncipe de Viana, la directora del Servicio de Museos, la directora del Servicio de Museos, Susana Irigaray; la directora del Museo de Navarra, Mercedes Jove; el comisario de la sala, y parte del equipo interdisciplinar que ha trabajado en esta significativa ampliación de la exposición permanente del Museo de Navarra.

Bajo el lema ‘Gigantes de piedra. Estelas armadas en el paisaje de la Prehistoria’, el Museo de Navarra exhibe en la Galería Azul, un sobresaliente y singular conjunto de estatuas protohistóricas de Navarra, que representan una cultura que hacía visible el poder sobre un territorio, a la vez que testimonian la existencia de unas sociedades de jefatura. Este tipo de estelas conmemorativas o religiosas, sobre las que queda mucho que estudiar, descubren en el solar navarro un panorama cultural abierto y permeable, que mantenía vínculos ideológicos y simbólicos con otras regiones de la Europa continental y del ámbito mediterráneo.

La consejera Esnaola ha asegurado que este nuevo espacio “va a permitir a la ciudadanía conocer algo más de nuestra historia pasada”. Además, ha explicado que “la acogida en el Museo de estas piezas, tras años a la intemperie, garantiza su conservación y sirve, a su vez, como testimonio palpable de aquella época”. De hecho, una de las piezas, la que procede de Traibuenas, va a exhibirse públicamente por primera vez desde su hallazgo en la década de los años 60.

Las estatuas van acompañadas de dibujos y textos cortos que las explican y contextualizan, así como de un breve vídeo que las encuadra en sus paisajes de origen y las relaciona, una a una, con piezas del ámbito europeo con las que presentan conexiones formales y culturales.

Tres piezas protohistóricas

Estos bloques de piedra tallados con rasgos antrpomorfos fueron alzados para ser bien visibles, respectivamente, en los valles de los ríos Baztán, Cidacos y Aragón, al final de la Prehistoria, entre el Neolítico y la Edad del Hierro. Los tres portan armas defensivas y ofensivas, que no son sólo expresión de un rango militar sino signos de afirmación personal y social. Corresponden a personajes relevantes, reales o legendarios, considerados héroes por los grupos que los levantaron. En algunas de estas piezas son bien identificables huellas de la “damnattio memoriae”, una práctica a la que fueron sometidas en época histórica, para borrar su recuerdo.

La pieza más antigua es la Estela-Menhir de Soalar, procedente del Monte Soalar (Baztán), realizada en piedra arenisca roja, data del III y II milenio a. C., adscribiéndose al Neolítico Final y a la Edad del Bronce. De enormes dimensiones (4.300 x 90/20 x 30/50 cm) y con un peso de 3.500 Kg, este menhir fue alzado al final del Neolítico. En esa primera fase, se representó un personaje tocado en el que se distinguen los ojos, cruzados por una figura serpentiforme. Cubre su cuerpo con un manto de líneas en zigzag. Del cinturón cuelga una alabarda, el arma más representativa de las élites europeas del período Calcolítico campaniforme. A una segunda fase posterior, ya en la Edad del Bronce, podrían corresponder las dos puntas de lanza de la parte inferior y un pequeño escudo con umbo, añadidos y esculpidos en falso relieve, constituyendo esta reutilización-resignificación de la pieza un hecho extraordinario en el estado actual de nuestros conocimientos.

La Estatua-Estela de Turbil fue hallada en la ciudad fortificada u Oppidum de Turbil (Beire). Tallada en piedra arenisca, se adscribe a los siglos IV-III a. C., en el ámbito cultural de la Edad del Hierro. Le falta la base, ofreciendo unas dimensiones de 2.550 x 86 x 28 cm. Estatua monolítica ejecutada a cincel, que representa un guerrero, probablemente una figura de culto o emblema de la ciudad. En su pecho destaca un disco-coraza amarrado al cuello por correas. Los rasgos anatómicos se limitan al busto, mientras que el cuerpo es un bloque prismático. En el ámbito ibérico y celtibérico, las corazas con discos metálicos eran las piezas más señaladas de las élites aristocráticas. 

Y por último está la Estatuta-Estela o Ídolo de Traibuneas,  que es fruto de un hallazgo casual en Traibuenas, realizada igualmente en piedra arenisca y en la Edad del Hierro, siglos siglos IV-III a. C. Se conserva sólo la parte superior de la estatua (72 x 46 x 28 cm), que muestra un gran parecido con la de Turbil en sus detalles anatómicos. Las correas que sujetarían su disco-coraza, que ha desaparecido por la exfoliación del soporte, rodean su cuello y cruzan la espalda. Hay restos de pigmento blanco de cal en los ojos, por lo que seguramente estuvo pintada. La ausencia de un contexto arqueológico preciso limita su interpretación, pero también sufrió una destrucción intencionada. 

La redacción del proyecto museológico ha correspondido al arqueólogo Javier Armendáriz Martija, experto en la Edad del Hierro en Navarra, quien ha contado con la colaboración de la arqueóloga Primitiva Bueno, de la Universidad de Extremadura, quien descubrió la conversión del menhir de Soalar en una estatua-estela.

La museografía se ha encomendado al estudio de Arquitectura Conjunta Proyectos, gabinete que ha diseñado la presentación de la sala, teniendo en cuenta -entre otros condicionantes- sus características formales, en el caso de Soalar el enorme tamaño y peso, y materiales, así como la necesidad de que los tres bienes no sólo se pongan al conocimiento y disfrute del público general, sino de los especialistas investigadores, por lo que los soportes de las piezas permiten tanto su total visibilidad, como el aprecio de sus avatares históricos que han vivido en su larga vida material. Otro punto a destacar de la museografía es la iluminación, en la que se ha buscado que las tres estelas tengan el protagonismo de la sala.

Los dibujos son de Iñaki Diéguez Urbistondo y el vídeo lo ha realizado Arena Comunicación.


Actividades programadas en el Museo de Navarra 

Para acercar al público el estado actual de la investigación en torno a las piezas de la nueva sala, el sábado 13 de abril a las 19:00 horas tendrá lugar una doble conferencia a cargo de especialistas en la materia. La arqueóloga y catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares, Primitiva Bueno Ramírez, desvelará las singularidades del Menhir de Soalar y Javier Armendáriz Martija, comisario de la sala y profesor de Prehistoria en la UPNA y en la UNED Pamplona, disertará sobre las estelas de Turbil y Traibuenas.

Además, la entrada al Museo de Navarra será gratuita hasta el domingo 2 de junio.