Irache recibió el año pasado más de 1.800 consultas sobre bonos sociales

Irache recibió el año pasado más de 1.800 consultas sobre bonos sociales

Aconseja a los consumidores con necesidad que se asesoren para poder reducir sus facturas

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha recibido el último año más de 1.800 consultas sobre bonos sociales, fundamentalmente el eléctrico. Esta modalidad, dirigida a familias numerosas, pensionistas u hogares con menores ingresos, y ahora también a personas afectadas por las consecuencias económicas o laborales de la pandemia, supone un descuento en el recibo de la luz. Irache ha ayudado, tanto en sus oficinas de Pamplona, Tudela, Estella y Tafalla como en las 69 localidades de Navarra en las que gestiona las Oficinas de Información y Atención al Consumidor, a que las personas puedan solicitar el bono social y que el descuento en el recibo de la luz comience a aplicarse.

Lamentablemente muchas personas desconocen que pueden acceder a este bono, que les puede suponer un menor gasto de luz en su casa. Este descuento supone un 25% sobre la tarifa regulada (potencia y consumo), si bien puede llegar hasta el 40% o incluso hasta el 50% en los consumidores más vulnerables. 

Aunque en ocasiones la aplicación del bono se consigue de forma ágil, en otras ocasiones surgen dificultades. Éstas son algunas de ellas:

  • Solicitud de documentación. La comercializadora vuelve a solicitar nuevamente toda la documentación que ya había aportado anteriormente el consumidor. En ocasiones señala que falta algún documento pero no especifica cuál, por lo que el consumidor no sabe qué es lo que tiene que corregir o aportar que no haya enviado antes. 
  • Fe de vida. A muchos pensionistas que aportan la documentación requerida también les exigen un certificado de vida y estado, para demostrar que la persona solicitante está viva y conocer su estado civil, si es viuda, soltera o casada. 
  • Empadronamiento. Un problema habitual que surge al solicitar el bono social es que en el domicilio hay más personas empadronadas de las que viven realmente. A veces se trata de personas que vivieron antes en el inmueble y no han actualizado su empadronamiento.
  • El titular es el propietario. En algunos pisos de alquiler el titular del suministro de luz sigue siendo el propietario, aunque la factura la pague el inquilino. En estos casos es necesario cambiar la titularidad del contrato para que pase al arrendatario y éste, si cumple los demás requisitos, pueda solicitar el bono social. 
  • Ingresos no actualizados. Muchas personas se quejan de que, al basarse los ingresos familiares en la última declaración de la renta, en realidad se tiene en cuenta una situación económica anterior, en ocasiones de dos años atrás, cuando la actual puede ser muy diferente. En cambio, los afectados por el covid pueden solicitar el bono en función de los ingresos del último mes.   
  • Falta de información. La compañía responde que el solicitante no cumple los requisitos, pero no especifica cuál es el incumplimiento o qué cuestión es la que hay que aclarar. De esta manera, el consumidor no sabe qué hacer o qué problema tiene que solucionar. Cuando acuden a Irache, nos dirigimos a la comercializadora para saber qué problema hay que solucionar.
  • No se comunica la negativa. Al solicitante no se le concede el bono social pero no se le informa de la negativa, aunque en principio la comercializadora debe dar una respuesta en quince días. Así, durante meses el consumidor piensa que ya se le está aplicando el descuento cuando no es así. En estos casos, Irache reclama la regularización de todas las facturas y la devolución de los descuentos no aplicados.
  • Retrasos. Ha habido casos en los que el bono social ha tardado meses en aplicarse sin ninguna justificación. 
  • Falta de oficinas presenciales. Algunas personas mayores se quejan de no poder tramitar de forma presencial el bono social debido a las pocas oficinas de las comercializadoras a pie de calle que posibilitan hacer esta gestión.
  • Burocracia. Algunas solicitudes se retrasan por problemas de trámites. Por ejemplo, en Navarra alguna comercializadora no aceptaba el certificado de discapacidad del órgano competente para emitirlo y lo exigía a través de los servicios sociales.

Pensionistas, familias numerosas o de bajos ingresos

Tras las últimas modificaciones, al bono social pueden acceder los hogares que se encuentren en algunas de estas tres situaciones: 

  • Que los únicos ingresos provengan de una pensión mínima por jubilación o incapacidad permanente y otros ingresos adicionales anuales no superen los 500 euros.
  • familias numerosas.
  • familias que no superen los siguientes niveles de renta anuales:

11.862 euros (1,5 veces el IPREM) para hogares sin menores.

15.817 euros (2 veces IPREM) para hogares con un menor.

19.771 euros (2,5 veces IPREM) para hogares con dos menores.

Estos límites de renta se incrementan si algún miembro de la familia tiene una discapacidad igual o superior al 33%, es víctima de violencia de género, víctima del terrorismo, hay personas con dependencia grado II y III o si se trata de una familia monoparental.

  • Con el Covid, familias con miembros en desempleo, en ERTE o empresarios con jornada reducida o circunstancias similares que supongan una pérdida sustancial de ingresos. Los ingresos del últimos mes no deberán superar:

940 euros sin menores

1.253 euros con un menor

1.567 euros con dos menores

Vivienda habitual y contrato de tarifa regulada

En todos los casos debe tratarse de la vivienda habitual del titular, la potencia debe ser inferior a 10 kW y el suministro debe estar contratado en la tarifa regulada (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor).

Renovarlo cada dos años

Cualquier hogar que cumpla los requisitos puede solicitar el bono social en cualquier momento. Si cumple las condiciones, se le deberá aplicar. Una vez contratado el bono social, el consumidor debe solicitar su renovación cada dos años, con quince días de antelación -excepto las familias numerosas-.

Otros bonos

Además del bono social, el más relevante y conocido, existen otros bonos sociales que suponen descuento en algunas facturas, como por ejemplo:

Bono térmico

Las personas que a 31 de diciembre sean perceptoras del bono social eléctrico deberían recibir automáticamente un ingreso en su cuenta durante el primer trimestre del año siguiente por el bono térmico. 

Estos pagos se determinan en función del grado de vulnerabilidad del hogar, de la zona climática en la que se encuentre cada vivienda y de la partida asignada en los Presupuestos del Estado. Generalmente van desde 60 a 100 euros. Han llegado varios consumidores a la Asociación porque no han recibido el ingreso del bono térmico en sus cuentas bancarias aunque consideran que tenían derecho a percibirlo.

Bono de agua y basuras

Algunas mancomunidades de Navarra aplican descuentos que van desde el 50% al 90% en las tasas de agua y residuos a pensionistas, personas en desempleo u hogares con bajos ingresos.