La próxima gran extinción en masa del planeta ocurrirá dentro de 15 millones de años

La próxima gran extinción en masa del planeta ocurrirá dentro de 15 millones de años

De acuerdo a los datos fósiles de los últimos 500 millones de años algo de gran poder destructor alcanza la Tierra cada 26 millones de años. 

Los científicos estadounidenses Adrian Melott de la Universidad de Kansas y Richard Bambach del Instituto Smithsoniano en Washington, tras estudiar los datos fósiles de los últimos 500 millones de años han llegado a la conclusión de que las grandes extinciones de seres vivos que han ocurrido en el planeta no han sido fenómenos al azar, sino que han seguido un patrón regular que se repite cada 26 millones de años desde hace 250 millones de años. Estos grandes cataclismos se caracterizan por la desaparición de un gran número de especies en un corto periodo de tiempo.

Según estos estudios, la extinción de los dinosaurios no fue un hecho aislado sino que formaría parte de un proceso normal de la historia geológica de la Tierra. Si, como parece cada vez más probable, la hecatombe de hace 65 millones de años, que hizo desaparecer a los grandes saurópodos, fue provocada por el impacto de un meteorito sobre la Tierra, es razonable pensar que el resto de extinciones también se produjo por el bombardeo de grandes objetos de origen extraterrestre. No se explicaría la regularidad en la ocurrencia de las grandes catástrofes  si sus causas no tuvieran relación entre sí.

Un estudio estadístico de 32 cráteres terrestres importantes, de más de 10 kilómetros de diámetro, cuya antigüedad no supera los 365 millones de años  habría revelado entre la creación de uno y otro habría un intervalo de unos 32 millones de años. Y esta cifra bajaría a 28 millones de años si se excluyen del estudio los 3 últimos cráteres. De hecho, una periodicidad bastante aproximada a la de las extinciones. Aunque no supone una prueba irrefutable, sí que sugiere una posible relación causa- efecto entre los impactos de grandes asteroides y la desaparición masiva de las formas de  vida del planeta.

De hecho, un meteorito de varios kilómetros, que impactara sobre la Tierra, levantaría tal cantidad de polvo que bloquearía la llegada de los rayos de sol a través de la atmósfera. A ese polvo habría que sumar, además, el hollín producido por los incendios que se irían extendiendo tras el impacto. Como consecuencia, sería imposible para las plantas realizar la fotosíntesis y morirían. Los animales herbívoros sucumbirían seguidamente ante la falta de su sustento y por último los carnívoros que se alimentan de aquellos. Por otro lado, el clima sufriría, además, un enfriamiento global por la ausencia de la acción térmica del sol que empeoraría todavía más la situación.

Hace 11 millones de años se produjo la última gran extinción de las formas de vida en la Tierra. Si la hipótesis de Melott y Bambach es correcta, sea cual sea la causa, las matemáticas nos dicen que dentro de 15 millones de años se producirá la siguiente. Es improbable que para entonces exista la especie humana si tenemos en cuenta que la mayoría de las especies duran un promedio de 10 millones de años y nosotros ya llevamos existiendo 5 de ellos.

 Ha habido grandes extinciones antes de que estuviéramos aquí y las seguirá habiendo después de nosotros .  La próxima catástrofe de magnitud planetaria se estima que ocurrirá cuando  ya hayamos desaparecido como especie. Probablemente no la veremos, pero otros sí: futuras especies que están por aparecer en esta cadena continua, que es la vida, desde su aparición hace 3.500 millones de años.