Presentado el estudio-diagnóstico sobre las viviendas sociales en Berriozar

Presentado el estudio-diagnóstico sobre las viviendas sociales en Berriozar

El diagnóstico de convivencia en los bloques sociales de Nasuvinsa situados en Berriozar propone implantar la figura de un educador comunitario para realizar funciones de mediación en conflictos de convivencia y mejor seguimiento de las familias afectadas

Berriozar, 23 de febrero de 2017

Este jueves se ha presentado el estudio-diagnóstico socio- residencial de Berriozar en una jornada de trabajo que ha contado con la presencia de entidades y asociaciones que trabajan en este campo, así como la presencia de autoridades municipales.

La apertura ha contado con la presencia de Gema Mañú, directora general de Inclusión Social y Protección del departamento de Derechos Sociales del Gobierno Foral; Raúl Maiza, alcalde de Berriozar y Patricia Abad, Presidenta de la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base .

Asistentes al evento en el Kulturgune

El proyecto elaborado por la Fundación Secretariado Gitano está impulsado por el Ayuntamiento de Berriozar, en colaboración con NASUVINSA, la Mancomunidad de Servicios Sociales, el Centro de Salud, la Asociación la Majarí y la propia Fundación Secretariado Gitano (FSG) y está presentado al Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra dentro de la convocatoria de subvenciones 2016 para el desarrollo de acciones de carácter socio-residencial y de mejora de la convivencia en entornos vulnerables.

El Estudio-Diagnostico analiza en profundidad la situación socio-residencial y comunitaria del conjunto de familias que ocupan los inmuebles de la calle Oianandoa 6 y 10 y Paseo de los Fueros 5 y 7, ubicados en Berriozar.

El informe recuerda que estos edificios fueron construidos en 2001, son cuatro inmuebles construidos en dos grandes bloques, correspondientes a las promociones “Berriozar 1 y 2”, de NASUVINSA, comparten espacios comunes (garajes y patios interiores) y concentran 92 viviendas de alquiler social, propiedad de la empresa pública de vivienda del Gobierno Foral.

El estudio parte de la realidad de que desde que se construyó este complejo de viviendas hace 15 años, la convivencia vecinal en la zona ha generado dinámicas diversas y complejas, que aun manteniéndose muy lejos de la marginalidad, remiten en ocasiones a situaciones de vulnerabilidad y “conflictividad” familiar y vecinal, percibidas “desde fuera” como elemento de inestabilidad comunitaria.

Así las cosas, dentro de las propuestas concretas de posible intervención el informe ha desarrollado una propuesta común que se considera podría incidir en muchas de las necesidades detectadas. Se trata de introducir en los bloques de viviendas un educador comunitario, constituido como una oportunidad de mejor, debido a los aspectos que podría trabajar tales como escucha de las demandas de necesidades vecinales; respuesta a las demandas mediante la derivación a los diferentes recursos o por intervención propia.

Además este profesional puede constituir una referencia de autoridad y responsabilidad, con una influencia de su presencia para disminuir el sentimiento de desamparo de algunos vecinos, así como mediar en conflictos de convivencia y mejor seguimiento de las familias. Otras tareas pueden consistir en informar de sus programas, intervenciones educativas en materia de limpierza y cuidado de las zonas comunes o la sensibilización para abordar la imagen de la comunidad gitana.

El estudio-informe concluye que debido a que las problemáticas son cambiantes, es importante además garantizar la permanencia de la figura, dada la necesidad de que sea una intervención continuada con objetivos a medio-largo plazo, y respondiendo a las demandas de las diferentes entidades u organismos.

El perfil de estas personas

Han participado en el estudio 84 unidades familiares que suponen un 94% de las viviendas objeto de estudio. Los principales rasgos que caracterizan a estos hogares, a pesar de las especificidades que pueden existir en cada portal, son la mayoría de las viviendas están constituidas entre 3 y 5 inquilinos. Entre ellos el número de menores es bastante alto con un total de 128.

En cuanto a la situación laboral, la práctica totalidad se encuentra en paro o realizando labores domésticas, constituida esta división con un fuerte sesgo de género. En cuanto a las personas que trabajan, los casos de dedicación a jornada parcial superan, aunque sea a pequeña escala, a los trabajadores a jornada completa.

Casi la mitad se define en situación de casado o viviendo en pareja y por otra parte en menor proporción pero también significativa como divorciado o separado.

La tipología familiar consiste en una mayor presencia de familias nucleares a la vez de un alto índice de monoparentales, dónde la madre es quien se responsabiliza de los cuidados.

En cuanto a la capacidad adquisitiva, la práctica totalidad de las viviendas son perceptoras de alguna ayuda económica, principalmente de RIS. Las cuantías concretas de ingresos mensuales que definen se relacionan con la cuantía de las prestaciones.

La procedencia cultural mayoritaria consiste en la población inmigrante, menos en el portal 5. En cuanto a la comunidad gitana se coloca en tres de los portales como la proporción menor aunque la diferencia es mínima. La población autóctona se coloca en la segunda población mayoritaria menos en el caso del portal 5 que se coloca en la mayor población presente.

Su punto de vista sobre las viviendas: buen estado

La práctica mayoría de las personas entrevistadas coincide en la opinión de que el estado del interior de sus viviendas lo consideran bueno o muy bueno. En cuanto a la satisfacción con la misma, la mitad de las personas encuestadas se coloca en los 9 puntos sobre 10. El resto se divide igualmente en valores altos como 7- 8 puntos. No se recoge más que un caso de hacinamiento.

Las propuestas de cambio las sitúan en temáticas como el deterioro del mobiliario, el frío de las viviendas, goteras, filtraciones, humedades…

La problemática de las zonas comunes

La práctica totalidad de encuestados percibe problemáticas en el edificio. Estas las definen como exceso de suciedad, ruidos, no respeto al mobiliario, mascotas, sentirse amenazado o agredido, que se reúnan numerosas personas, utilización privada de recursos comunes, uso del garaje como un taller mecánico…

Las propuestas al respecto se engloban en temas como que se vayan del edificio determinados/as vecinos/as, referencias a procedencias culturales diferentes, el uso de zonas comunes, la limpieza, niños, ruido, instituciones, cámaras de seguridad…

Las relaciones vecinales con el edificio

Las relaciones con el mismo rellano las resumen en las opciones de se limitan a saludarse o amistad que son las mayoritarias. Esta última se da principalmente en el portal 10, dónde más problemáticas se han definido. Las relaciones conflictivas suponen una pequeña proporción.

En cuanto a las relaciones con el resto del edificio los resultados no varían mucho respecto al rellano.

A la hora de definir situaciones problemáticas concretas, la mayoría de los/as vecinos/as plantean que sí han tenido al menos una situación problemática con otro vecino. El ruido es uno de los motivos más repetidos. También el mal uso de un espacio común o por el trato dado a usted o a alguien de su familia suponen motivos repetidos.

Más de la mitad de los conflictos los resolvieron hablando directamente o como alternativa mayoritaria plantean el recurrir a terceros como es la policía, NASUVINSA o Servicios Sociales.

Un aspecto en el que coincide la mayoría de los entrevistados es que no todos los vecinos respetan por igual las normas de convivencia. Para ello señalan principalmente a la comunidad gitana. Se trata de un discurso continúo que se ha recogido en la realización de las entrevistas.

Cabe apuntar al respecto que observando el conjunto total de la población gitana que convive en los edificios (25%) sólo se definen como causantes de problemáticas a unas personas concretas. De igual modo, al abordar la realidad de estas personas se observa que los problemas pueden estar más relacionados con dificultades derivadas de la salud mental o una suma de factores que contribuyen a la exclusión social, que su pertenencia a una minoría étnica.

También se señala como causante de problemáticas a los vecinos más cercanos, el comportamiento de los niños, la suciedad por parte de las mascotas…

Tras señalar quienes opinan que generan las problemáticas, definen todas estas englobándolas en temas como usar el parking como un taller mecánico, determinados niños causan toda la suciedad e inseguridad del edificio, actividades ilegales, robos, no respeto ni a las personas ni a las zonas comunes…

Las propuestas definidas por los vecinos al respecto, según el estudio, dejan patente que tienen una perspectiva clara de la situación que viven y las posibilidades de solución que puedan barajarse. Las propuestas pueden resumirse en temas como que se vayan del edificio determinados vecinos, hacer referencia a diferentes procedencias culturales, mejoras de limpieza, comportamiento de los niños, la implicación de las instituciones, utilización de cámaras de seguridad, intervención con problemas de ruido…

Relaciones con el resto del pueblo

La mayor parte describen las relaciones con el vecindario del pueblo como buena convivencia y también un tercio de estas como ningún trato debido en gran parte a que hacen vida fuera del pueblo. Con trabajadores/as de instituciones públicas prácticamente todos los entrevistados/as definen las relaciones de manera positiva.

En cuanto a los lugares donde más interaccionan con el vecindario del pueblo, las cafeterías, los comercios y los parques infantiles son los que más se repiten.

Para captar su posicionamiento como agentes activos de participación, se plantea su pertenencia a asociaciones o colectivos y la mayoría ha respondido la opción negativa. Aun así alrededor de la mitad de los entrevistados tendrían mucho interés en participar en una propuesta de intervención que pudiese salir de este diagnóstico.

Las propuestas referentes a la convivencia en Berriozar se han centrado en comentar las carencias que pueda haber en el pueblo en cuanto a infancia, comercio, instituciones, urbanismo y ocio. Aun así dejar patente que casi la mitad de respuestas se han colocado en la afirmación de que es un pueblo muy completo y sin necesidades de cambio.

Para finalizar, el estudio destaca que la realidad conflictiva que han definido los entrevistados en estos dos bloques de viviendas, puede generalizarse a la situación que se vive en otras zonas de alquiler social concentrado. Las graduaciones cambian pero la base de las dificultades coinciden en aspectos como la concentración de personas en exclusión social y las necesidades de intervención desde una opción alternativa a la realizada hasta ahora.

Se presenta la necesidad de un proceso de reflexión, en el que las opciones de cambio surjan desde la creatividad de formas de intervención, como puede ser la apuesta de este proyecto, de introducir la figura del educador comunitarios.